Capítulo 16 [Will]

4.6K 614 43
                                    


Horas. Eso era lo que llevaban recorriendo el bosque en busca de Will, pero nada. La tarde apenas empezaba a caer, así que Bill sugirió que se tomasen un descanso en el lago. Dipper, cansado, sudado y algo desesperado por descanso, aceptó. Más aún considerando que estaban cerca del lago.
Se sentaron cerca de la orilla y una vez ambos se sintieron un poco más descansados, Bill se levantó y comenzó a quitarse la camiseta amarilla que traía puesta, logrando un sonrojo en Dipper.
—¿Qué rayos haces?
—Quiero refrescarme, estoy en mi derecho—Bill no se giró a mirarlo y se quitó por completo la camiseta, mientras Dipper seguía sonrojado y miraba el cuerpo de Bill de reojo.
Bill entró al lago luego de quitarse los zapatos y los pantalones y causarle un mayor sonrojo a Dipper.
—¿No quieres entrar? El agua está excelente—Dipper dio un respingo al escuchar la voz de Bill.
—Ah... No, supongo que así estoy bien.
Dipper dio otro salto al sentir de pronto como su cuerpo entero se mojaba. Bill le había lanzado agua.
—¡Oye!—Dipper se levantó, con el agua chorreando de su ropa y su flequillo mojado pegándose a su frente. Bill lo miró y soltó una risita antes de adentrarse más en el agua y terminar por zambullirse en esta.
Dipper soltó un bufido medio de indignación y medio de molestia y comenzó a despojarse de sus ya mojadas ropas.
Una vez se quitó la ropa y quedó sólo en ropa interior, se adentró en el agua. Ya estaba mojado, que más daba si entraba o no al lago ya.
—Bill.—Dipper miró al rededor, ahora que lo pensaba no había visto a Bill desde que se había zambullido.
—¿Me buscabas?
—¡Ahhh!—Dipper dio un salto al oír a Bill detrás suyo. Se giró rápidamente y miró a Bill, mojado de pies a cabeza y mirándolo divertido.
—¿Asustado?
—¿¡De dónde rayos saliste!?
—Del agua, duh—dijo Bill, como si eso explicase su repentina desaparición y el echo de que Dipper no escuchó el sonido del agua cuando él salió.
—No te oí salir, además llevabas mucho tiempo ahí abajo.
—Puedo controlar el agua también, ¿lo olvidas?
—Rayos, lo olvidé—Dipper masculló algo por lo bajo.
—Bueno—Bill alzó una mano, haciendo que el agua saliera disparada a la cara de Dipper y terminase de mojarlo por completo... De nuevo—, supongo que sólo necesitas un chapuzón.
—¡Oye!—Dipper puso una mala cara y aprovechó que Bill estaba distraído riéndose en su cara para lanzarle agua a él también.
—¡Oye!—repitió Bill; Dipper comenzó a reír esta vez mientras que Bill lo miraba mal antes de lanzarse sobre él, logrando sumergirlos a los dos en el lago.
Para cuando salieron a la superficie, ambos estaban riéndose a más no poder. Y prácticamente así se pasó la tarde de esos dos idiotas, uno enamorado y otro que estaba confundido respecto a sus sentimientos, ambos lanzándome agua el uno al otro y jugando como niños pequeños en el lago.
Ya con la luna en el cielo, ambos decidieron salir del lago ya que:
1-. Comenzaba a hacer frío.
2-. Estaban más arrugados que un par de pasas.
Y...
3-. Will aún no aparecía.
Mientras se secaban, ambos se sentaron en una roca cerca y se mantuvieron en silencio mientras miraban a la luna y cada quién se sumergía en sus pensamientos.
—La luna está hermosa esta noche, ¿no?—Dipper miró de reojo a Bill y sonrió de manera leve antes de asentir.
—Sí, supongo que lo está... Deberíamos regresar a la base, por si Will está ahí.—Bill dio un repentino sobresalto al recordar a su presunto hermano perdido y bajó de la roca a toda velocidad para vestirse mientras que Dipper, soltando una leve risa, lo imitaba.
Una vez vestidos de nuevo, se encaminaron de forma rápida a el lugar que ya por costumbre llamaban su "base", estaban ya por llegar cuando Bill se armó de valor y comenzó a hablar.
—Dipper, tengo algo que decirte.
—¿Qué cosa?—Dipper siguió caminando antes de sonreírle y darle una leve mirada a Bill.
—Bueno... Verás, la verdad es que yo estoy ena...
—¡Dipper! ¡Bill!—Will salió de entré unos árboles y corrió hacia ambos.
—¡Will! ¿Dónde estabas?—Dipper miró al recién aparecido y este rascó su nuca nervioso ante la pregunta.
—Bueno, salí a dar un paseo por la mañana y... Me perdí—Will dio una risita nerviosa.
—Te estuvimos buscando toda la mañana... Aunque a decir verdad nos distrajimos un poco en el lago—ahora fue Dipper quien río nerviosamente.
—Ya veo... Bill, ¿pasa algo?—Will miró interrogante a su hermano, el cual lucía algo molesto, pero al instante este dejó su mueca de molestia de lado y la reemplazó por una de indiferencia.
—No, nada. Me alegra que estés bien—Bill dio una mirada al cielo, apenas visible a través de las espesas copas de los árboles—. Supongo que deberíamos de ir a la base ya, anochecerá más y el bosque será más oscuro. Además—una sonrisa de lado se formó en el rostro de Bill—, no olviden nuestra tradición de encender la fogata.
Dipper soltó una risa mientras que Will los miraba sin entender.
En los muy pocos días que llevaba con esos dos se había dado cuenta de muchas cosas, como que aveces parecían poder saber los pensamientos del otro sólo con darse una leve mirada. Y también cosas como esa, ellos tenían sus propias tradiciones y juegos que habían surgido sin más; y eso, en parte, hacía a Will sentirse aveces como un invasor en el pequeño juego de Bill y Dipper.
—A Bill le gusta encender la fogata, solemos contar historias ahí hasta que uno de los dos comienza a quedarse dormido.—explicó Dipper.
—Usualmente, ese uno eres tú—Dipper le sacó la lengua a Bill de manera infantil—. Aveces también contamos historias o leemos juntos cuando hace demasiado frío afuera.
—Ya veo—Will sonrió de manera leve.
—Bueno, aunque últimamente no lo hacemos.
—¡Tengo la historia perfecta para esta noche!—una sonrisa un tanto macabra surgió de los labios de Bill, dándoles muy mala espina a los otros dos.
Antes de que pudieran contestar algo, Bill reanudó la marcha, y en menos de cinco minutos, ya estaban en su preciada base.
Will y Dipper observaron a Bill mientras este, con tremenda facilidad, encendía la fogata. Enseguida se sentó cerca del fuego y les indicó con un gesto a Dipper y a Will que hicieran lo mismo, cosa que ambos acataron.
—Así que... ¿Vas a contar una historia?
—Una muy linda—Bill asintió con entusiasmo—. Comencemos. Había una vez, un reino cuyo nombre no se sabe, era un reino donde absolutamente todos estaban unidos. Y una vez al año, se hacía un gran baile en el castillo organizado por el príncipe, al que asistían todas las personas de todas las edades. El baile era usualmente en una de las doce grandes salas del castillo, dentro de una de las cuales, no había nada más que un enorme reloj.  Las demás habitaciones eran cada cual más colorida que la anterior, pero la única realmente espeluznante y sombría era la de el gran reloj.
El día del baile llegó, sólo que esa vez había guardias en los alrededores del castillo porque últimamente había surgido un asesino al que solían llamar "La muerte roja", el forastero, según decían, era la propia muerte en capucha roja.
El baile comenzó bien, era un baile de disfraces. Todos estaban divirtiéndose, la música sonaba y de pronto... En gran reloj marcó las 12 en una de las habitaciones, la más espeluznante, y la música paró mientras todos se paralizaban. Entonces apareció, una persona con el cuerpo y rostro completamente cubiertos por una capucha roja y desgastada, pero que a la vez brillaba como si fuese sangre, sólo con unas huesudas manos que se dejaban ver. Caminaba a pasos lentos y soltaba de vez en cuando un jadeo. El príncipe, colérico, le gritó que como había sido posible que entrara ahí, pero el extraño no respondió. La daga fue imposible de ver igual que el cadavérico rostro y las manos sin piel del autor del crimen, al menos lo fue hasta que el pánico inundó la sala y la muerte roja se llevó las vidas de todos.—Bill terminó su relato, observando con satisfacción como Will y Dipper temblaban del susto y se apretaban el uno contra el otro en sus asientos.
—Es un... Li-lindo cuento—tartamudeó Will.
—¿Verdad? Bueno, se hace tarde, hora de dormir—Bill hizo un movimiento con la mano, extinguiendo el fuego y sacando unos gritos ahogados a Dipper y Will por la repentina oscuridad—. Suerte~—canturreó Bill antes de caminar a través de la oscuridad a la tienda.
—Bill...
—No tarden, quizás la muerte roja pueda andar por aquí—Bill soltó una carcajada mientras Dipper y Will, aún estáticos en sus lugares, se sobresaltaban por un ruido proveniente de sus espaldas, a unos árboles de distancia.
A través de la oscuridad, ambos se miraron y salieron corriendo a la dirección donde creían estaba la tienda. Esa noche sería difícil para ambos el poder dormir.

_________________________________

Antes de que me quemen el rancho o me linchen por tardar tanto, piensen que tengo que seguir la historia :v  premio a quien me diga que cuento es el de este cap y de quien es :v

What's the truth? [BillDip]Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon