Epílogo 2.

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Dipper sentía que su vida era repentinamente aburrida y monótona desde hacía ya dos semanas.
Dos semanas desde que se resolvió el misterio.
Dos semanas desde la última vez que había visto a Bill.
Bill era la pieza de rompecabezas faltante en la vida de Dipper, aunque tal como el dicho decía, Dipper no había notado cuanta falta le hacía Bill hasta que él se había ido.
Todos los días Dipper despertaba con la esperanza de ver el techo de la tienda en lugar de la cabaña; de escuchar la voz de Bill y oler su aroma a vainilla en lugar de la chillona voz de Mabel y su notorio olor a fresas; de escuchar la amigable voz de Will cada mañana en lugar de la gruesa y dura voz de su tío Stan. Pero nunca era así, al menos, ya no más.
Entonces Dipper pensó en algo en lo que no había reparado antes. Había pasado más de un verano con Bill y Will, mucho más que eso, para cuando el verano terminó, ellos aún no resolvían el misterio. Y recordaba la vez que había celebrado su cumpleaños con Bill... el mejor cumpleaños de Dipper.
Se preguntó como es que sus padres no se preocuparon o algo al no verlo llegar en el autobús junto a Mabel, pero supuso que Pyronica había intervenido ahí.
En verdad extrañaba demasiado a Bill y a todas las locuras que hacía este.
Y claro, también extrañaba a Will, pero su manera de extrañarlo era más como la de extrañar a un buen amigo que se muda de ciudad.
Mediante sutiles pláticas con su hermana en las que pretendió no revelar mucho se aseguró de confirmar lo que ya había aceptado sentía por Bill.
También estaba el asunto de los poderes de Bill, Dipper no tenía idea de si los había recuperado o no.
Dipper suspiró, detrás del mostrador junto a Mabel y dio una mirada a su tío y a Wendy, que se encontraban acomodando la mercancía nueva.
Regresó la vista a su libro de nuevo, dispuesto a dejar de pensar y seguir leyendo. Mabel, a su lado, se recargaba en el mostrador con un gesto de aburrimiento total.
Entonces se escuchó a alguien entrar a la tienda, Mabel inmediatamente se irguió y suspiró, clara señal de que era un cliente, más específicamente, uno atractivo.
Dipper no le dio mucha importancia a esto y siguió leyendo, escuchando de fondo los pasos de su tío y este dándole la bienvenida a la cabaña del misterio.
—En realidad... busco a Dipper.
Dipper levantó la mirada de inmediato al reconocer la voz suave y tímida de Will.
—¡Will! —Dipper arrojó su libro a un lado y saltó para salir de detrás del mostrador con la destreza de un jugador de saltos olímpico que Mabel nunca había visto en su hermano.
—Hola —Will lo saludó tímidamente con la mano.
—¿¡Cómo es que estás aquí!?
—Me escapé de los amos unos minutos para venir a verte —Will sonrió.
—Un momento... si tu estás aquí... eso significa...
—¿Que yo igual estoy aquí? Vaya, sigues siendo inteligente, Pine Tree~
Dipper sintió que su corazón paró de latir al segundo que escuchó esa voz. Se giró lentamente y miró a Bill, parado frente a la puerta y sonriéndole.
—¡Bill! —Dipper corrió hasta él y le dio un efusivo abrazo, que fue correspondido a los segundos por Bill.
Ambos se separaron y se miraron. En ese momento, a Dipper le importó poco que sus tíos (ya que Ford acababa de subir de su laboratorio cuando Dipper hablaba con Will), Mabel y Wendy los mirasen y sólo tomó a Bill de las mejillas y lo besó.
Bill se sorprendió, pero terminó por seguir el beso de Dipper y lo tomó por la cintura.
Una vez se separaron, Bill dijo:
—¿Saldrías conmigo aún si te digo que ahora soy un humano?
Dipper abrió la boca, sorprendido.
—Decidiste no recuperar tus...
—Eso no importa —lo cortó Bill—. ¿Saldrías conmigo o no? —Dipper sonrió.
—Sabes que mi respuesta es sí.
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Les juro que sentí este epílogo más largo que el anterior, pero es más corto. What. Bueno, ¿qué epílogo les gustó más? ¿El de Bill demonio o Bill humano?

What's the truth? [BillDip]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora