Capítulo XXII: Petición indecorosa.

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Lysander reconoció la emoción que le embargó de repente: estaba nervioso. No podía explicar por qué se había acercado, cuál era el motivo tras su repentina curiosidad por la joven de cabello rojizo y no sabía qué decir ante la pregunta del joven de ojos marrones, quién, sin lugar a dudas, se mostraba hostil. 

  — Debo hablar con Cassandra — pidió él. 

La joven ni siquiera se inmutó, algo parecía haber opacado el brillo natural de  sus ojos, la curiosidad que ahí siempre permanecía... No estaba presente en ese momento.  

El tiempo pareció transcurrir lentamente desde que se pronunció. La otra chica miraba a Lysander con los ojos desorbitados, como si no pudiese creer que él en realidad estaba ahí, haciendo una petición a su amiga; por otro lado, el joven que cargaba una cámara lucía ligeramente interesado en sus intenciones y por  último, el chico de ojos marrones se veía completamente incomodo ante su llegada. 

Era de esperarse. 

Después de todo, el mismo Lysander estaba al corriente sobre lo que los demás estudiantes pensaban de él. Era de esperarse que lo trataran con desdén y desconfianza; su actitud no era la  mejor e incluso ahora que su estabilidad emocional prendía de un hilo gracias a su hermana, no tenía la menor intención de cambiar su forma de ser. 

La mirada de Cassandra se enfocó en él.

Aquellos ojos avellana lucían inseguros pero, inesperadamente, ella cambió de expresión de repente, ya no parecía estar asustada ni mucho menos, ahora parecía determinada. 

Ella asintió levemente y se alejó del grupo, seguida de cerca por Lysander, pese a que el chico de ojos marrones parecía querer impedirselo. 

¿Qué pensaría Cassandra de él si se enterase de las pinturas que había hecho de ella? ¿Si se enterase de que sus pensamientos continuamente se centraban en ella? ¿Era obra del destino? Lysander apartó el pensamiento; bajo ninguna circunstancia se permitiría pensar en algo tan mágico, como si fuese obra de la casualidad. No, simplemente se habían conocido en aquel instituto y la curiosidad que sentían era mutua. 

Ambos caminaron al lado del otro hasta que Cassandra se detuvo abruptamente en uno de los pasillos de L'hiver Institut. Se retiró algunos mechones rojizos que le molestaban en el rostro y miró fijamente al joven que tenía ante sí, expectante. 

Un milésima parte de Lysander se preocupó, puesto que no sabía que excusa soltar para lograr pasar más tiempo con la joven, había caminado en su dirección y había pedido un momento con ella sin una razón en particular. Su cuerpo simplemente se había movido y actuado como deseaba, sin un trasfondo. Ahora su mente iba a toda velocidad ideando y buscando algo que tuvieran en común, que le permitiera comprender de donde surgía su fijación por Cassandra. 

Algo se le ocurrió de la nada, sin duda, era una petición indecorosa y nada propia de él. De hecho, si alguien alguna vez le hubiera dicho que llegaría hasta ese punto jamás le hubiera creído. Pero, por el momento, no veía otra opción que sonara veraz. 

  — Cassandra, necesito tu ayuda para una clase.

❝❞ 

Debía tratarse de una broma de muy mal gusto, pensó Cassie, después de todo, qué podría necesitar Lysander Aldrich de ella. Por el contrario, ella necesitaba reclamarle sobre el dibujo que realizó durante la Clase de Antoine Jouvet ¿Cómo podía haberla dibujado?¿Es que acaso estaba enloqueciendo? En aquel instante, fue la primera vez que Cassandra consideró que quizá, una diminuta parte de Lysander, sentía curiosidad o algo más, por ella. 

Tan solo quizá. 

O, por otro lado, simplemente quería dialogar con ella para hablarle sobre la actitud desconcertante y extraña de su hermana Selene Aldrich. Tal vez le daría una explicación sobre la joven de cabello blanco y mirada cínica, queriendo enmascarar aún más el secreto venenoso que ambos se esforzaban por esconder. 

Cassie no era tonta, algo muy malo le había ocurrido a aquel par y a Selene le faltaba más de un tornillo en su perfecta cabeza. 

Por eso, Cassandra se esperaba que Lysander le hablará de todo, menos de que necesitaba su ayuda para una clase ¿Qué podría necesitar un alumno de Arte de una Alumna de escritura? ¿Una historieta quizá? Necesitaba alguna trama, diálogos y demás, o debía desarrollar un proyecto que involucrara ambas disciplinas.  

Nunca se había planteado la posibilidad de trabajar en equipo así, podrían desarrollarse muchas cosas interesantes. 

  — ¿Cuál clase? — preguntó ella con curiosidad. 

Lo siguiente que ocurrió la dejó petrificada, con los ojos abiertos de par en par, puesto que, ni en sus pensamientos más locos, había imaginado a Lysander con un leve rubor en el rostro. Casi imperceptible, de aquel que debías fijarte con extremo detalle, pero ahí estaba, ligeramente en sus mejillas.

Aunque tan rápido como apareció, se había desvanecido.  

El joven pareció pensarse seriamente como exponer las siguientes palabras, lucía ligeramente incomodo y miraba con seriedad un punto en la distancia. 

  — Es para un trabajo relacionado con dibujar anatomía —  mencionó él, su voz completamente seria. 

Cassandra le dio varias vueltas a sus palabras, ciertamente algunos conceptos del dibujo le eran completamente distantes, pero no era difícil deducirlo dado el significado de las palabras.  Por su parte, Cassandra era incapaz de trazar si quiera una línea recta a través del papel, mucho menos que algo no quedará deforme. Siempre había sido consciente de su incapacidad para el dibujo, la pintura y el arte en general.

Pero, dibujo anatómico... ¿Era posible que fuera lo que se imaginaba? 

Cassie enrojeció de repente. El rubor subiendo por su rostro y dejándola con una sensación de calor soportable pero penosa; en su mente había surgido de repente la famosa escena del Titanic en la que Rose es dibujada por Jack. 

¿Lysander se refería a algo así?

No podía ser posible. 

Al ver la expresión de la joven, Lysander se apresuró a aclarar su petición. 

— Serían unas cuantas poses en las que...

— Sí, lo haré.

Las palabras de Cassandra no solo sorprendieron a Lysander, la misma joven estaba conmocionada por su respuesta y la abrupta valentía que había surgido en su interior le había permitido aceptar. 

«¿Ahora qué haré? »pensó al ver a Lysander alejarse tras darle las gracias y decirle que contaba con ella.

N/A: Sé que desparecí por un tiempo, mis disculpas por eso... ¡GRACIAS POR LEER! 

Nos leemos en la próxima actualización 

❤❤❤Para las DEDICACIONES (Ya las dejé al día, Uffff, me hacía falta ponerlas en varios capítulos) Déjenme un comentario AQUÍ quienes deseen una y todavía no la tengan ❤❤❤

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