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MATEO.

Es un miércoles, o un jueves realmente no recuerdo y estoy poniéndome una playera que le queda grande a mi... compañero, la mía esta por algún lugar de la habitación, estoy solo en el cuarto de Diego Ortega, mi cuerpo todavía refleja lo que acaba de hacer, mi cara sigue roja. 

Y él está en el baño, no puede mirarme a la cara sin sonrojarse.

Esa es la situación cuando entra Cuauhtémoc López a la habitación de su roomie seguido de Aristóteles Córcega, en tres segundos sacan conclusiones y salen corriendo, se escuchan sus risas aunque salieron de la casa, no son las personas más disimuladas de la vida, la verdad. Debí haber cerrado la puerta.

Diego sale del baño con una mano al lado de la cara, evitando mirarme, tiene las orejas rojas, va a recoger las cosas de la cena que acabamos de tener, dijimos que queríamos tener una cita calmada y... no termino siéndolo. 

Trata de arreglar el desastre que dejamos por lo que se tuvo que interrumpir, eso antes de que lleguen sus roomies.

"Ya llegaron, se fueron corriendo pensaron que... ya sabes" Comento.

"¿Qué se, Mateo?" Dice Diego

"Que tú y yo... pues... eh... lo hicimos"

"¿Que hicimos?"

Se me queda viendo, sé que me está provocando, quiere que esas palabras salgan de mi boca, sabe bien que si me presiona lo suficiente hago las cosas, solo si es él. Ya me conoce bien, aunque llevemos poco, es muy inteligente y observador, dos de las cosas que más adoro de él. Pero también soy inteligente y no cedo.

"Me vieron que me acababa de poner una playera" explico "Así que su hilo de pensamientos les llevo a una conclusión apresurada, ya sabes"

"No te estoy entendiendo Mateo, ¿Qué tal si me lo explicas con manzanitas?"

"Mmm" suspiro "¿Y si mejor te lo explico con abejas?"

Diego se suelta a reír, se tuerce de la risa, cuando puede respirar suelta su propio comentario al respecto "Bueno, en ese caso no sería con un propósito... reproductivo"

"No, no lo sería" Digo y nuestras miradas por fin se conectan.

Un ambiente de tensión nos rodea, es tan fácil dar un paso, si tan solo yo... si tan solo él... veo como él pone un pie delante del otro, el tiempo parece ir más lento, sigo su acción y al cabo de unos segundos interminables mis labios están sobre los suyos, mi mano acerca su cuerpo al mío y no podemos respirar, y no nos importa.

"Ey ey ey, si van a ir por una segunda ronda mínimo que sea en el cuarto por favor" Grita Ari sobresaltándonos.

"Lo que dijo Ari, Diego por favor, mínimo contrólate unos metros, no quiero quedar traumado" Dice Temo.

Mi Diego ríe con la cara completamente roja "Ustedes ya me traumaron ahora se aguantan" voltea a verme y busca mis labios. Le doy un pequeño beso y me alejo. No soy fan de las muestras públicas y menos aún si nos están mirando de esa forma entre burlesca y algo parecido a la complicidad.

"No es ninguna segunda ronda" Aclaro.

"¿Tercera?" Trata de adivinar Ari.

Diego empieza a reír de nuevo "Nop"

"AMIGO NO TE CREÍA ASÍ ¿Cuatro veces?" Temo suelta un poco demasiado fuerte.

Me uno a las risas de Diego, ellos se ven confundidos.

"No nos estábamos acostando, babosos" Dice Diego

"Mira, si ustedes se tienen ganas, bien por ustedes pero no las reflejen en los demás" lo secundo.

"No, pero tú te estabas poniendo otra playera, tenías la tuya en el suelo, estabas en su habitación yo..." Susurra Temo, más para sí mismo que para nosotros, parece bastante confundido.

"Ah, sí. Le tire el refresco encima y le preste una de mis playeras gigantes" Diego desecha la posibilidad con la mano.

Ari no dice una palabra más y la incomodidad se apodera del ambiente. Casi podemos escuchar el sonido de las manecillas del reloj, el sonido de los autos que pasan por la cerrada, el sonido de los grillos por alguna parte de la casa. Es Temo quien intenta cortar la tensión

"Entonces ustedes no..."

Diego lo interrumpe "Ey Ari, ¿Tenemos tarea de Periodismo? No me he fijado en la plataforma pero ya sabes cómo es ese maestro que deja cosas súper tarde como si tuviéramos tiempo"

Y empieza a hablar y hablar sobre su escuela, todos sabemos cómo es, si no quiere hablar de un tema no lo va a hacer, lo que pasa es que quiere darme espacio, no quiere que me sienta presionado. Mi chico es precioso, se preocupa hasta de las pequeñas cosas, por eso lo adoro mucho. Sabe que es difícil para mí hacer... hablar de ciertas cosas que todavía estoy en un proceso de construcción que es difícil.

Lo que no creo que sepa es que su mano sobre la mía hace las cosas más llevaderas.

𝓑𝓮 𝔀𝓲𝓽𝓱 𝔂𝓸𝓾 || 𝓜𝓪𝓽𝓲𝓮𝓰𝓸.Where stories live. Discover now