El Amo Min es el dueño de gran parte de las tierras productoras de arroz y ganadero, tiene a su disposición un montón de esclavos que le sirven en casa, ninguno es mujer, el amo Min aborrece a las mujeres.
Un día en una de sus compras, un muchacho...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Existen cuatro casas principales rodeando la ciudad y al palacio real, de estas mismas descienden otras casas donde viven los hijos de los hijos de los nobles.
"La casa de los claveles", es la casa donde una mujer ha quedado al mando desde que se quedo viuda, el señor y amo Min le aborrece.
"La casa de oro", es la casa del señor Wang, llena de lujos y dinero, el hombre es un terco, pero es con quien mejor relaciona tiene el amo y señor Min.
"La casa de las espadas", el señor Min y el señor de esta casa no están relacionados, por lo tanto ninguno entabla negocios y se susurra en el pueblo que ambos se odian, pero es solo un rumor.
"La casa de Jade", esta es la casa mas alejada del palacio donde gobierna y manda el amo Min, nada esta sobre su cabeza, todo esta bajo sus pies.
Las cuatro casas obedecen al Rey, pero la casa de Jade tiene una particularidad: las mujeres no pueden vivir dentro si no en las afueras donde el amo no pueda verlas al menos que estas se vistan como hombres.
Nadie sabe el por que.
Jin parpadeo lamiendo sus labios, un delicioso trozo de pastel de arroz entro en su boca y otro mas estaba siendo metido con violencia dentro, el miro a su amo rogando que frenara pero el hombre no le estaba viendo, discutía con su criado.
-¡Maldita perra, siempre mandando a sus putas a mi lado, tienes que ser mas duro carajo!-
-Pero amo Min, las mujeres están embarazadas, buscan refugio-
-¡No es mi puto problemas, no son de mi casa, no las quiero cerca, mátalas a todas!-
El sonido ahogado le hizo girarse para ver a Jin ahogarse con la comida, el hombre cayo al suelo tomando su garganta, el amo le miro serio.
-¡Amo, se esta ahogando!- Yeojun miro al hombre y lo auxilio, el amo solo le miro.
Luego de un rato, comenzó a recuperarse y alzo sus ojos llorosos.
-¿No sabes masticar pedazo de mierda?- el negó apenas respirando -Bueno- se acerco a examinarlo, miro sus ojos y escucho su corazón agitado -Ya estas bien, toma agua muchacho- le agito despacio.
-¿Va a matar a mujeres embarazadas?- Jin dejo salir con la voz temblorosa.
-¿Por que no?- tomo una uva de la mesa donde estaban comiendo.
