𝕺𝖇𝖓𝖔𝖝𝖎𝖔𝖚𝖘 _Sujin- YoonJin.

Proteger.

Contenido sensible.

Moonbyul tomo la mano de Min y canto una canción para él, pero Min no sonrió, estaba agotado, estaba cansado, estaba triste.

La joven paso una mano por su bonito rostro marcado y suspiro.

—Vamos, no te molestes por ello, es una linda cicatriz—

—¿Linda?, es horrible—

—Pero yo te veo guapo, eres guapo Yoongi, min lindo Yoongi—

paso las manos en su mejilla y el trato de sonreír.

—Mi Mamá también dice esas cosas— la menos asintió.

—Es por que lo eres, de seguro tu madre es hermosa—

—Lo es, la mas bonita de todas, es tan hermosa que muchos hombres poderosos han estado persiguiéndola, pero ella solo quiere a mi papá—

—Que lindo—

—Pero nadie le merece, todos son una mierda— de pronto se sintió molesto tocando su cicatriz.

Trece años, Min tenia trece.

Miro a Moonbyul y acaricio su mejilla.

—No pongas esa cara triste, ya está sanando, ¿Dónde está Jimin?—

—Donde esta mamá—

—¿Solo? —

Se rasco el brazo.

—No, Yong Sun esta con el— Min miro sus zapatos y suspiro.

—Voy por el—

—¿Por qué?, quédate, mami esta haciendo a Jimin leer, te pondrá a estudiar—

—No importa, el no me ha visto desde que me fui—

Se puso de pie y camino por el pasillo con algo de timidez hasta que encontró la sala de estudios, la ama y señora de la casa del Clavel Bae Doona estaba sentada en línea recta viendo al pequeño Jimin tratando de leer un libro bastante gordo.

—¿Qué dice ahí?— señalo estricta como era.

—Ba... bas... bastantes cosas que cargar en el... arr.. arr—

—¡Arrozal!— Jimin salto en su asiento recibiendo un golpe en la cabeza con un bastón de madera pequeño.

—Arrozal— repitió asustado y adolorido.

Yoong Sun quien estaba sentado a su lado sonrió con burla sin que Jimin se diese cuenta y paso una mano en su cabello obscuro.

—Ama, no le pegue tanto a nuestro Jiminie su cara bonita quedara marcada—

—De nada sirve una cara bonita si no es educada, ¡Jimin!, eres el sirviente directo de alguien importante, debes aprender a leer, Moonyul aprendió a los siete años, ¡tu a tienes nueve!—

Jimin se encogió haciendo una mala cara, pero no lloro, era un niño muy fuerte.

—Lo se ama, lo siento, volveré a leer—

—Ama, no le haga daño a Jiminie—

—Yong Sun, una cosa es una cosa y otro consentir a los niños traviesos—