╔══•ᴅɪᴀᴍᴏɴᴅs•═╗ ╚══•✯²ᴘᴀʀᴛ✔✧•╝

4 sorpresa.

Lizzie

Cuando pude llegar estaba Edward y Bella abrazados, bella le decía de cosas que no pude escuchar, el sol aún le pegaba a Edward pero solo un poco.

Me acerqué más de prisa, pude tener la buena suerte de ver como abría los ojos y cruzaba mirada conmigo... Me hizo sentir bien, me miró a mí apesar de tener a bella en sus brazos.

Bella le dijo unas cosas la cuales le resultaron en sorpresa y en un parpadeo ya estaban dentro del callejón, caminé cansada hasta allá y pude escuchar lo que bella le decía.

—Solo quería venir, salvarte no quería que hicieras esto por sentirte culpable, ahora puedo dejarte ir... — Murmuró.

— Gracias Bella. — Edward sonrió y besó su cabello.

Me quedé espectante, como si fuese un mal tercio, arrugué mi nariz con molestia y él me observó.

—Estás... Cambiada.— asentí con media sonrisa, iba a sonreír pero si expresion cambio a una de preocupación al notar como dos personas salir de las sombras.

—Saludos, caballeros —Edward aparentaba una voz calmada y amable pero eso yo no me lo creía —. No creo que vaya a requerir hoy susservicios después de todo. — espetó.

—¿Podríamos mantener esta conversación en un lugar más apropiado? — divisé a los dos chicos que están frente a nosotros, atemorizantes.

—No sea quebrantado ninguna ley.— dijo Edward con firmeza delante de nosotras.

—Felix simplemente pretende señalar la proximidad del sol —comentó otra
voz en tono conciliador.

—Busquemos una protección mejor.

—Indica el camino y yo te sigo —dijo Edward con sequedad—. Bella, Lizzie... ¿por
qué no vuelven a la plaza y disfrutan del festival?— nos dijo y yo negué, no me iré sin él.

—No, las chicas vienen con nosotros.—Ordenó uno de los dos.

—Vete al diablo. —Me Sorprendí nunca había escuchado es vocabulario en Edward.  la voz
de Edward era ahora tajante y helada.

Pude observar como su postura ahora era tensa, preparándose para luchar si eso fuese necesario.
— A Aro le gustaría volver a hablar contigo, eso es todo.

—Así es —asintió Edward—, pero las chicas se van.

—Me temo que eso no es posible,  Tenemos reglas que obedecer.— dijo finalmente.

—Entonces, me temo que no voy a poder aceptar la invitación de Aro.

Al rato de tanta tensión llegó Alice con todo su esplendor con una expresión despreocupada.

—Es mejor que nos comportemos, no querrán una escena, hay mucha gente fuera.— dijo con voz cantarina y se deslizó rápidamente justo al lado de Edward—

—Ya es suficiente. — Preguntó una voz melodiosa que salía de las sombras, era pequeña, se quitó la capa y pude observar que era un vampiro, cabello hermoso y piel de porcelana, sus ojos color carmesí me asustaron un poco.

—Jane...— el tono de voz en Edward era como de derrota, cosa que me dieron nervios. Ví a alice cruzarse de brazos.

— Siganme.— dijo con voz firme pero un poco infantil.—

[...]

Estábamos en el ascensor con un música de fondo horrenda.

Llegamos hasta un corredor desconocido para mí, y me sorprendió ver a una humana allí, no se sorprendió al ver a la chica enana ni tampoco a nosotros.

—Buenas tardes, Jane. — dijo la chica con ojos verdes amablemente.

—Gianna.

Seguimos caminando hasta llegar a una puerta en donde la chica enana de encontró con otro chico se dieron besos en sus mejillas y después el chico habló...

—Te enviaron por uno y vuelves con dos y Medio... — dijo mirando a bella, y después su expresión se descompuso al verme.
Sus pupilas se oscurecieron hasta llegar a ser un profundo negro  al verme  cosa que me causó un escalofrío.

No presté atención a lo que esos dos hablaban ya que notaba un espesa mirada en nuca, volteé y pude ver como uno de los chicos me sonrió, sus escalofríantes ojos de color carmesí me hicieron sentir curiosidad.

—¿ Te gusta ese color de ojos? — le pregunté acercándome a él.

El fruncio el ceño y yo parpadeé — Es lo normal, supongo. — asentí.

—A mi me gusta cuando se ponen negros...— tomé un mechón de mi cabello y lo puse detrás de mí oreja — Así como paso con el que está al frente — lo señalé y pude ver como Edward detuvo el paso y se tensó considerablemente.—

—¿No tienes miedo? — preguntó — Cuando eso pasa es cuando tenemos sed, sangre... — sonreí —

—Lo sé y es alucinante. — murmuré.

— Eres rara lo sabías? Cualquiera estaría huyendo o muriéndose de miedo y tú al parecer no tienes miedo. — añadió y me dió una pequeña sonrisa la cual quedé maravillada.

Fue como si lo hiciera por primera vez, ejemplo... Un bebé da su primer paso, las personas alrededor​ de ese bebé quedan maravillados, al igual que yo quedé cuando el chico sonrió.

—Deberias sonreir más seguido...— él me miró Sorprendido — Le da vida a tu perfecto rostro. — finalicé y me adelante hasta quedar junto a bella la cual estaba temblando como gelatina.

Cruzamos unas puertas y al mirar bien pude divisar varias figuras hablar tan bajito que solo se podía percibir un murmullo.

—¡Jane, querida has vuelto! — habló un señor de cabello negro.

—Si, amo. — dijo ella con tono animado y a mi me resultó enfermo.

—¡Al fin de cuentas bella esta viva!  Me encantan los finales felices. Son tan raros.—el señor suspiró—

Los rostros detrás de él tal »Aro« un señor de ... Se veía de bastantes años y el otro no parecía tan mayor, pero sus expresiones eran desinteresadas, se sentaron en sus asientos como si fuesen reyes o algo así.

Edward extendió su mano hasta el de rostro escalofríante, este miró a un lugar inexistente.

—Asombroso, realmente increíble. — dijo aro mirando a Edward.

—¿Como puedes estar tan cerca de ella de ese modo? — fruncí el ceño — solo recordar el olor tan  intenso que me causa sed... — añadió Aro.

—Con gran dificultad. — dijo Edward entre dientes.— aro puede ver cualquier pensamientos que he tenido hasta ahora, puede verlo todo, ahora acaba de una vez.—nos dijo en un resumen y yo  abrí mis ojos con curiosidad—

Pude ver como  Aro me miraba con curiosidad pero después se enfocó en bella cosa que fue lo mejor, para mí.

Le pregunto a bella si podía bueno ver o escuchar su pensamientos a través del tacto y ella cedió solo porque Edward le dió el permiso o lo sé sea que eso haya sido.

Después de unos momentos Aro decidió hablar — interesante. no veo nada, nada. —hice una mueca.