╔══•ᴅɪᴀᴍᴏɴᴅs•═╗ ╚══•✯²ᴘᴀʀᴛ✔✧•╝

6 - Glorioso.

“Cada cien años las Deidades le brindan el honor a un alma.
Un alma que ha vagado por mucho tiempo en aquellas sombras, esperando el momento en que pueda cumplir lo que no cumplió en vida,  aquella alma debe ser pura y con buenas intenciones, un alma buena."

Todos a su alrededor sentirán curiosidad por aquella alma, albergará un poder envidiable y codiciado por muchos, el poder de las mismas deidades.  el poder fue  un regalo, aquel poder guiará a esa alma hasta su destino, un destino escrito por la alma misma pero guiada por el poder que nace me dentro de ella.

“La oportunidad fue dada con el propósito de que esa alma cumpliera su cometido, pero aquella oportunidad y poder tienen un precio..."

Desperté exaltada, mi corazón latía desembocado como si quisiera salirse de mi pecho, cerré mis ojos fuerte y traté de regular mi respiración.

Ya me era costumbre tener sueños raros pero este fue muy extraño... Como si narraran una historia en mi sueño, pero no pude adivinar si la voz era femenina o masculina, realmente extraño.

Hoy es domingo, día para quedarme en mi cama todo el hermoso y frío día.

Habían pasado tres días desde lo sucedido en Volterra. No había hablado con Jasper, tampoco lo he visto, con Edward menos.

Tal vez estén felices sin mí, y tal vez sea lo mejor.

Me levanté de mi cama y decidí alisarme el cabello, en estos meses que estuve sola y deprimida me lo pinté, desde mi cuello hasta abajo mi cabello estaba teñido de rubio.
Me encanta.

Mis uñas estaban más largas, mi cabello creció bastante y  mi cuerpo recuperó el color original.

Todo gracias a mi mamá por haberme apoyado en todo y también al Psicológo que me ayudó mucho.

Termine de arreglar mi cabello, tomé mi celular y me entretuve con mis redes sociales, algunos memes y entres varias más.

El timbre de la puerta me sacó de mi ensoñación, bajé hasta la planta baja mientras miraba mi celular, giré el pomo de la puerta y abrí.

Me sorprendió ver a esa persona aquí, frente a mí, frente a mi casa.

Inmediatamente cerré la puerta en su cara.

—Lizzie... — volteé y me fuí por donde vine, mi habitación.

Al entrar a la habitación ya esa persona estaba sobre mi cama con una expresión preocupada.

—¿Quien te dió el permiso de entrar? — Pregunté con el ceño fruncido—

—Lo siento...— no seguí escuchando ya que me puse los auriculares para ignorarlo, coloqué una canción rápida en todo volumen y me senté frente al mostrador.—

Podía mirar por el rabillo de mi ojos como esa persona suspiraba y bajaba la cabeza derrotado.

Sentí un fuerte jalón, miré hacia arriba y lo tenía a centímetros de mí, casí rosando nuestros labios, mi mirada se cruzó con la suya y me sentí temblar en mi lugar por el nerviosismo pero mantuve mi frente en alto, retandolo con la mirada.

De un jalón un auricular no estaba en mi oído — ¿De verdad vas a ignorar me?— mi expresión era neutral, sería y fría. —

Tomé el auricular de nuevo y me lo puse.

Sentí otro fuerte jalón. — ¿Seguirás ignorandome?— hice una mueca— Lizzie... — sentí su tacto frío sobre mis mejillas cosa que me hizo estremecer—

—¿Que excusas vas a inventar?— murmuré seca—

—Estas hermosa. — volteé los ojos — No son excusas... Te diré la verdad.— lo miré con curiosidad—

— Encontraste a otra, ¿verdad?— mascullé— ¿Esa es la razón? — en sus ojos pude ver diversión cosa que me descolocó por un segundo.

—Claro que no. — tragué un poco aliviada.— Necesitaba tiempo para mí... — fruncí el ceño—

—¿Soy muy intensa?  ¿Por eso quería tiempo para ti? — sentí mis ojos picar — Soy muy mimosa, ¿es eso? — no lloraré me dije dentro de mí — No te diré que cambiaré por que eso jamás pasará. —sentí el frío pasar por mis ojos —

—No es eso. Necesitaba sanar.— fruncí el ceño— hay muchas cosas que no sabes Lizzie, sobre mí. — asentí a lo que dijo—

—Eso no importa. Lo que importa es el ahora no el pasado. — dije en tono leve—

—Pero por lo que pasé en el pasado es lo que soy ahora. — suspiré— Necesitaba sanar... Y tal vez perdonar. — relamí mis  labios — Perdonarme a mi mismo. — asentí cubriendo sus manos con las mías—

—Me abandonaste, no sabes lo preocupada que estaba, ni un mensaje o llamada al menos una estúpida carta, pero no se te dió la gana. Me dejaste sola y rota. — reproché—

—Lo siento... También fue duro para mí, al principio fue lo peor. — cerré mis ojos—

Sabía a lo que se refería tal vez él la pasó peor que yo.

—Horrible. — dije y él sonrió. — Te extrañé horrible. — lo abracé fuerte. — que no se te ocurra dejarme de nuevo porque iré por tí y esta vez si estarás muerto de verdad.— Sonreí y lo escuché solar una risita.—

—No puedes vivir sin mi. — murmuró.

— Tú Tampoco.— respondí.

— Touché.

Me separé de él y lo miré a los ojos fijamente, no pude aguantarme y lo besé, lo besé como si dependiera de ello y es la verdad.

El beso fue aumentando de tono  hasta acabar los dos desnudos.

El ambiente era más que caliente, intenso y excitante.

—No sabes cuánto te extrañé. — dijo en medio del profundo beso mientras me alzaba hasta rodear su cintura con mis piernas.—

— Yo también. — Saboree su carnosos labios de forma desesperada y salvaje, me encanta.

Mordí su labio inferior y después me dirigí a su cuello, besandolo allí.

—Te quiero dentro de mí, ya. — dijo con mi respiración agitada y mi corazón latiendo frenéticamente.

—Eso es lo que queria escuchar. — sonrió y me besó.

—¡Oh, diablos! — exclamé mientras mordía mi labio inferior junto con mis mejillas y cuerpo ardiendo.

Todo lo que sentí después fue... Glorioso.