Capitulo 2

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CAPITULO 2

05-02-1970

Corro sobre lo que parece ser un pasillo, uno el cual era demasiado extenso y largo, parecia no tener un fin, este se encontraba en completa oscuridad y un viento helado lo recorría.

No sabia el por que corría, pero sentía que tenía que hacerlo, era una sensación extraña, pero no podía detenerme.

Buenas noche mi pequeño Alexander, no olvides que mamá te ama -

Escucho la voz de mamá, la cual rebota sobre las paredes, y creaba un eco en todo el pasillo.

Mamá...

Necesitó llegar...

Mamá...

MAMÁ...

- ¡¡MAMÁ!! -

Me levanto enseguida algo agitado, intentando recuperar el aire, brinco asustado al escuchar mi despertador sonar, ya eran las 12??

Aun calmando mi agitada respiración me levanto de la cama, apago aquel ruidoso despertador y camino hacia el baño.

Pase a que mi habitación es pequeña, o el menos más pequeña que mi anterior habitación, esta contaba con un baño lo suficientemente grande, entro al baño, deteniendome justo frente al espejo.

- Deplorable... Deplorable y Patético le digo al espejo y desvio la mirada de este, no queriendo ver más le imagen que este se ensañaba en mostrarme.

Abro el grifo del agua fría, y con mis manos tomo una cantidad razonable de agua, con la cual mojo mi rostro, esta aleja el sueño, más no lo aleja lo suficiente, y termino eligiendo tomar un baño.

Aun sin saber lo que sentía, me siento sobre el suelo, escuchando el agua caliente caer sobre la enorme tina, esta logra calmarme, o al menos lo suficiente como para alejar aquellos pensamientos extraños.

Una vez que terminó de ducharme, me entretengo unos minutos eligiendo la ropa que llevare en el día, gana un conjunto de ropa algo negra y gris, la cual consiste en una playera de cuello y manga larga color negra,

un pantalón de vestir grisáceo y un pequeño saco del mismo color, doblo las mangas del saco y la playera, y paso el cepillo sobre mi cabello, en unos minutos me encuentro listo

Este día me encuentro solo en casa, debido a que papá decidió abrir la vieja barbería de la familia y usarla de nuevo, pero se llevó a Alicia con el, mejor para mi, últimamente no me encuentro bien para cuidar de ella, así que prefiero que ella pase tiempo con papá, al menos hasta que Alicia acepte el hecho de que mamá no volverá.

Hoy saldré a explorar el edificio, ayer papá dijo que era mejor que nos quedáramos en el departamento hasta el otro día, al menos para descansar de un viaje largo, y ahora me encuentro bien descansando, o bueno, al menos lo suficiente como para explorar el lugar, camino hacia la cocina y sobre la mesa de la sala hay una nota, es de Greta.

Alexander

He tenido que salir, e ido por la despensa, deje tu desayuno sobre la mesa, cometelo, por favor pórtate bien, llegare en un rato.

Te quiere Greta.

Genial exclamo molesto, hace cuanto habra salido?? Me pregunto, pero ignoro de inmediato aquel pensamiento, camino hacia la mesa y cojo el plato sobre esta, vaciando su contenido en el cesto de basura, lo dejó sobre el lavadero y me dirijo hacia la entrada, tomó las llaves sobre la pequeña mesita y salgo del apartamento.

Ni siquiera llego a las escaleras cuando un señor de edad avanzada, jala de mi brazo derecho y con hostilidad me jalonea hasta quedar frente a el.

- Vete, Lárgate ahora que puedes. - Me dice el señor de cabello blanco, tés pálida casi enfermiza y ojos cafés.

- Señor, suelteme Le digo y cierro los ojos - al sentir la uñas del señor enterrarse sobre mi brazo.

- Lárgate, aun estas a tiempo, vete, alejate, huye lejos y no regreses Me grita y su fuerza ejercida sobre mi brazo aumenta.

- ¡Suelteme! - Le grito y con fuerza lo golpeó en la pierna, el grita y con furia me lanza al suelo, no tengo tiempo de parar mi caída y mis piernas golpean el suelo con fuerza. Exclamó adolorido y miro al señor ahora postrado frente a mi, el mete su mano dentro de uno de sus bolsillos y retrocedo asustado al ver que de este sacaba unas tijeras algo grandes.

El camina hacia mi con las tijieres sobre su mano derecha, mientras me observa sin detenerse, retrocedo y grito angustiado, intento levantarme pero mis piernas me obligan a permanecer de nuevo en el suelo.

¡¡ALEXANDER!! - Escuchó que gritan mi nombre y con rapidez volteó, es Greta quien mira la escena palida, ella corre hacia mi y se postra entre el señor y yo.

¡Que le sucede?? Como se atreve a lastimar y amenazar a un niño de doce años?? Sabe que?? Ni siquiera debería estar aquí, si no en un manicomio, usted es un peligro!! - Le grita Greta molesta al señor. Me ayuda a levantarme, y ella exclama preocupada al mirar mis rodillas, las cuales se encontraban sangrando y manchando mi pantalón, pues estas se habían golpeado contra el suelo roto, ni siquiera había notado que estas estaba sangrando.

Greta me ayudo a caminar y antes de entrar al departamento miro una última vez al señor de ojos cafés.

¡Esto no va a quedarse así, el dueño del edificio pronto irá a hablar con usted! - le dijo Greta por último y cerró la puerta detrás de nosotros.

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