Capitulo 10

10 4 0
                                    

CAPITULO 10

16-02-1970

Han pasado 72 horas desde el incidente con aquél hombre alto y de piel podrida, y sigo sin poder explicar lo que sucedió aquel día y tampoco es como si quisiera saber que o quien era esa cosa, aunque me sentía ya un poco más calmado, pues Nicolas me habia visitado unas horas después de ver aquella cosa, prometió protegerme, dijo que nada me lastimaria, que el no le permitiría, lo cual es bueno.

Ahora me encuentro en mi habitación, intentando dormir algo, situación que parece lejana, las ventanas crujen y se iluminan por la lluvia y los truenos, y a pesar de que esta se encuentra cerrada, el frío helado consigue entrar en la habitación.

Los gruesos cobertores sobre mi cama, me aportan algo de calor, aun si puedo sentir el frío sobre mi piel, alejando el poco sueño que logro encontrar.

Toctoctoctoc.

Un ruido me hace sentarme rápidamente sobre mi cama, parece venir del pasillo, la poca luz que se cuela por la rendija de mi puerta se apaga, la perilla de oro en esta gira lentamente hasta abrir la puerta, provocando un ruido que eriza los vellos de mi nuca, la puerta está abierta, pero nadie entra.

Tampoco logro ver nada, el pasillo está oscuro y apenas y puedo ver algo.

Toc toc

Retrocedo asustado y pego mi espalda contra la pared, observó a mi alrededor, esta vez el ruido parece venir de mi cuarto, pero la poca luz que hay en mi habitación no permite que pueda ver algo.

Una mano se cierne sobre mi boca y brinco aterrorizado, quiero levantarme de la cama, pero no puedo sentir mis extremidades, ni siquiera puedo moverme.

La mano sobre mi boca impide que pueda pedir ayuda o incluso gritar, un olor putrefacto golpea mi nariz, y unas ganas enormes de vomitar recorren mi cuerpo.

- Shhh silencio, no grites, ella está cerca Escucho el suave susurró sobre mi oído, y asustado miro hacia la puerta, puedo escuchar un suave goteo provenir de afuera, no puedo evitar cerrar los ojos asustado.

Shhh no tengas miedo, solo la llamaras De nuevo esa voz y abro los ojos al reconocerla, Nicolas.

-Se donde te escondes niño travieso- Volteó lentamente mirando la puerta abierta de mi habitación, muy seguro de haber escuchado una voz provenir del pasillo oscuro, sobre la entrada hay un enorme charco de agua de sucia, tal vez lodosa, no parece haber nada fuera de lo normal.

La llamaste - Dice Nicolas, esta vez sin susurrarme y con una voz temblorosa.

- Pero que demonios intentas decir con...

Una gota de agua cae y golpea mi mejilla derecha, levanto la mano temblorosa y la llevo hasta mi mejilla, pero antes de hacerlo, otra gota cae de nuevo sobre mi mejilla.

Sabes que le pasa a los niños que ayudan a los traviesos??- dicen a mis espaldas. Mi corazón late de prisa y quiero moverme, el olor putrefacto golpea mi nariz y me siento a punto de vomitar mi cena, me enderezó rápidamente al sentir una mano viscosa sobre mi hombro, asustado comienzo a llorar, quiero correr, pero mi cuerpo no quiere responderme.

- Te convierte en niño travieso, ya los niños traviesos hay que castigarlos-

La mano sobre mi hombro se aprieta con brusquedad y un dolor agudo recorre mi brazo y hombro, intento gritar pero mi voz no parece querer abandonar mi garganta, el dolor incrementa y me veo en la necesidad de encorvarme, la presión sobre mi hombro aumenta y el dolor con ello también, intento sacarme cuando una segunda mano se cierra sobre mi torso.

Esta segunda mano hace presión y cierro los ojos al sentir el horrible dolor recorrer ahora también mi torso, no puedo gritar ni moverme, y estoy seguro que esta cosa va a aplastarme sin lugar a dudas.

Huhuhu

- La niña traviesa- dice lo que sea detrás de mi, y la presión sobre mi hombro y torso desaparece, al igual que la inmovilidad de mi cuerpo.

Toctoctoctoc

Se escucha de nuevo, está vez puedo observar la silueta de una mujer en el suelo, caminaba en cuatro patas, como si de un animal se tratara, esta avanza con velocidad y desaparece sobre aquel charco en la entrada, de inmediato la luz del pasillo se enciende de nuevo.

Respiro varias veces intentando de algún modo calmarme, mientras lágrimas grasas mojan mis mejillas.

- Alexander Me susurra a mi izquierda y - de inmediato reconozco la voz.

- Donde estabas?? - pregunto evitando mirarlo, no quiero cerrar los ojos, no ahora, pero prometí no míralo.

1 Tuve que irme o ella me encontraría, era lo único que...

Huiste... me dejaste a morir, con una cosa que te estaba buscando a ¡Ti! - Le contesto molesto y el tarda unos minutos en hablarme

- No entiendes Alexander, no tuve...

- ¡Tú! Rompiste tu promesa, dijiste que no dejarías que esas cosas me lastimarán, mentiste, me dejaste solo, me dejaste para que esa cosa me matará, mentiroso -

- Alexander yo...

Me levanto enseguida interrumpiendo lo que Nicolas estaba por decir, miró el suelo unos segundos antes de animarme a hablarle.

- Rompiste tu promesa, no puedes pedir una promesa a tu nombre si tu, no puedes cumplir una -

Respiro profundo y levanto la mirada con rapidez, sintiendo mis piernas flanquear al ver la escena frente a mi.

Nicolas se encuentra frente a mi, es un niño alto, tal vez de 11 o 12 años, su boca está cosida en cruces, formando una sonrisa

enorme, como la niña del video, su piel se encuentra marcada por puntos violetas casi verdosos, sus ojos verdes son opacos, y sobre su frente hay una enorme herida abierta, la cual había dejado un rastro de sangre, este vestía una camisa azul y una pantalón negro, los cuales estaban sucios y destrozados, el pantalón tenía enorme hoyos en las rodillas y la camisa no estaba bien cerrada, su pecho mostraba tres largas líneas cruzando desde su torso hasta su estómago, las cuales algún momento habían sangrando, y su cabello castillo estaba sucio y lleno de nudos, lágrimas gruesas de sangre bajaban por sus mejillas, mientras esté me observaba.

- El iba por tu hermana, solo lo distraje - Me dice, sonando herido, sin dejar de llorar sangre.

-Ni-nicolas...

- Shhhh mejor no digas nada, lo dijiste todo hace un momento, siento haberme ido y dejarte con ella -

- ¡Nicolas!...

Grito pero antes de poder detenerlo, se escucha la puerta de alguna habitación abrirse, seguido de unos pasos por el pasillo, volteó y observó el pasillo, justo en el momento en que papá se acerca a la puerta de mi habitación.

Este me observa y se acerca con rapidez.

- Alexander que tienes??Por que lloras?? - Me pregunta mientras se detiene frente a mi.

- Nada digo mirando el lugar en el que momentos antes había estado postrado Nicolas, y en el que ahora no había nada más que el frío viento que entraba por la ventana.

VÍCTIMAS Where stories live. Discover now