VÍCTIMAS

Capítulo 18

03-03-1970

Emilio cae al suelo e intenta levantarse, pero unas cadenas sujetan con fuerza su cintura y lo arrastran hacia atrás, yo corro hacia el, pero no puedo alcanzarlo, el grita, puedo escucharlo, pero no puedo llegar a el, los gritos llegan a un punto en el que tengo que taparme los oídos de lo fuerte que son, y así que como llegaron, se detienen, pronto todo queda en silencio, al menos por unos segundos, antes de que este se vea remplazado por unas fuertes pisadas, levanto la cabeza y miro hacia al frente, quedo estupefacto al ver lo que se encontraba al frente, era Emilio, con su ropa toda sucia y sangrante, un hoyo algo grande sobre su pecho, y ambos ojos extirpados.

- Tu.... Dice señalando me con sus dedos todos ensangrentados.

- Tu... todo esto es tu culpa... tu lo provocarte, tu dejaste que me atrapará, y a Cesar, y a Brandon, tu nos mataste, tu. -. Me dice y no deja de señalar me.

- No... no yo... yo lo intenté, no quería que nada de esto pasara, no quería que murieran... yo en verdad no quería esto, yo...

- ¡Mientes, ahora estamos muertos, y es por tu culpa Alexander, por tu culpa, tu culpa, tu maldita culpa!-. Me interrumpe gritando, cada vez su voz se hacia más fuerte y más ruidosa, y yo solo podía negar entre lágrimas, sobre suelo, intentando tapar mis oídos, pero aún así podía escucharlo, y tenía razón, esa cosa me buscaba a mi, esa cosa venía por mi, si yo no hubiera ido esa día, si yo me hubiese quedado en casa, si tan sólo.

Pero nada de eso cambiaría la realidad, ellos había muerto, y eso, había sido solo mi culpa.

Pronto los gritos dejaron de escucharse, todo

volvió a quedar en silencio y de nuevo, todo

comenzó a desvanecerse.

- Que le paso?? Por que se puso así?? -. Pregunta una voz, era gruesa y parecía preocupada, era una voz que rápidamente reconoci, era mi padre.

- Señor es sumamente normal que esto suceda, son pesadillas acompañadas de una leve convulsión, lo que su hijo vivió fue un evento muy traumatico, es normal que después de algo así, lleguen las pesadillas, pero todo estará bien. -. Dice una nueva voz, era la voz de una mujer.

- Eso no cambiará nada, verdad?? Aún así podre llevármelo cuando despierte?? -. Pregunta mi padre de nuevo.

- Así es señor, pero se recomienda que el niño vaya a terapia, eso puede ayudarlo a vivir con lo que vio. -. Dice amablemente la mujer, y escucho a mi padre soltar un suspiro de alivio. - Aunque por el momento le eh suministrado un leve sedante, así que no despertara al menos por unas dos o tres horas después, lo mejor sería que lo dejemos descansar. Dice la mujer y puedo escucharlos a ambos dejar la habitación, pronto todo a mi alrededor se oscurece de nuevo.

- No basta Arturo -. Fue lo que me trajo a la realidad, abro lentamente mis pesados párpados, todo está borróso, pero unos segundos después mis ojos se acostumbran de nuevo.

Giro levemente mi cabeza y solo asi logro verla, era Greta, acompañada de otro hombre, era alto, de cabello negro, piel blanca, parecía que hacia ejercicio, pues se notaba los miércoles sobre su brazos y pecho, no era tan diferente de Greta, ambos tenía el mismo color de cabello, aunque Greta se había cortado recientemente su cabello, era morena y de ojos castaños, una mujer promedio, pero no era eso lo que me había llamado la atención, si no era que ambos se encontraban besándose muy apasionante, Greta se encontraba pegada a la pared y este hombre la tenía firmemente agarrada de la cintura y besaba con fulgor sus labios, aunque el beso se vio roto, cuando Greta lo alejo de un empujón.

- Arturo basta, alguien puede vernos, el chiquillo se puede despertar y entonces nos verá. Dice algo molesta Greta, inmediatamente cierro los ojos y finjo dormir.