capítulo 3

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Pasó un mes desde que me desmaye en la puerta del colegio. Me habían dicho que: me desmaye por la falta de glucosa en mi cuerpo.
Pero eso ya no importa, les haré un resumen de todo lo que pasó: mis padres se fueron a Brasil por un viaje de negocios, volverán dentro de un año o dos a casa, y mi amado Reita, terminó la relación con la suripanta. Cuando nos lo dijo, fue el día más feliz de mi vida, por ahora, aunque Haname lo haya daño mucho.
Hoy, nos encontramos en la hora del almuerzo del instituto. Akira no había llegado, lo cual era raro, ya que cada vez que era la hora del almuerzo, venía corriendo a comprarla.
- ¿que pasa con Reita?- preguntó Uruha.- se lo ve muy feliz- nadie respondió nada. Luego de un minuto, aoi le respondió
-hasta donde sé... Tiene otra novia y es muy linda-
"El día que Akira no tenga novia, se viene el fin del mundo" Pensé.
- allá va- señala aoi con la cabeza.
La mujer vestía el uniforme del colegio, su cabello estaba teñido de blanco y llevaba una tela negra al rededor de su frente. Era alta, no era Japonesa, si no que era de Europa o eso aparentaba. En una de sus muñecas, tenía una pulsera de nirvana y otra de Green day.
- a quien miran?- preguntó Reita al llegar a la mesa donde nos encontrábamos.
- a tu novia, ya sabes... la que no nos presentaste- dije en un tono ofendido.
- perdón, es que tiene una vida ocupada- el rubio se sentó y comenzó a saborear los fideos con salsa.
- eso no es excusa- dijo Uruha. Nos quedamos un rato hablando sobre eso, hasta que tocó el timbre.
Durante toda la conversación, pensamientos indeseados poseían mi cabeza, al retenerlos causaba un dolor increíblemente fuerte en ella. Duraron hasta que llegué a mi casa y tomé una gran ducha de agua caliente.
Al salir del baño, tome el celular y marqué el número de Shima.
-necesito que vengas- al terminar de decirlo, apagué el celular.
" Espera... yo no quería hacer eso ¿que me pasa?"
Un fuerte dolor de cabeza aturde mi cerebro, caigo arrodillado al suelo agarrandomela con ambas manos y trato de no gritar por la inmensa tortura.
Tocan el timbre. Con dificultad, alcanzo a formular una palabra.
- ayuda!- grito con todas mis fuerzas. Shima abrió la puerta, pues me había olvidado de cerrarla con llave. Me recuesta en sus piernas, abrazándome con fuerza y desesperación. Lentamente el dolor cesa y voy relajando mi cuerpo.
-¿estás bien?- preguntó. Asiento, me separo de él, me levanto y agradezco su buena voluntad. Lo invito a cenar, él acepta.
Algo no anda bien en mi cerebro, los pensamientos indeseados vuelven cada tanto y no los puedo parar. Hasta que se me ocurre una idea, la cual, parte de mi dice que es una genial idea, mientras que la otra denigra ante ella. Sin dar vueltas, se la cuento a mi fiel amigo.
- Voy a secuestrar a Haname- los ojos de Uruha se agradaron, estaba sorprendido, tanto que soltó los palillos de su mano.- la haré pagar por lo que le hiso a Reita- continué.
- no sabes que le hizo a Reita- dice mi acompañante, sabia que él estaba alterado.-es una idea absurda- bajo la cabeza, me enojaba que él estuviera en mi contra.

Mi horrenda obsesión ●Reituki●Donde viven las historias. Descúbrelo ahora