Capítulo 10

686 56 1
                                    

Notaba una mirada preocupante en los ojos de Akira cada vez que lo veía. Todos tratábamos de levantarle el ánimo, pero nuestros intentos fueron en vano:sonreía falsamente y nuestra preocupación por él aumentaba cada vez más y más.
Estábamos en la puerta de la escuela, siempre nos quedábamos hablando de puras tonteras antes de irnos a nuestras casas.
- Akira...- dijo Tanabe -Será mejor que faltes al colegio por unos días.- sugirió. Akira agachó la cabeza, logré ver que caían lágrimas de sus ojos marrones, cerró ambas manos con fuerza y enojo.
- ¿ Acaso no lo entienden?- preguntó Akira. Su voz, aquella voz que Takanori tanto amaba escuchar, se quebró por el llanto y la agonía. - Ella está en algún lugar sufriendo, de seguro, y yo aquí, sin poder hacer nada porque la policía y mi madre no me lo permiten- El enojo del rubio era tanto que comenzó a golpear la pared de labrillos del instituto como si fuera un saco de boxeo. Todos trataban de controlarlo: agarrando sus brazos y jalandolos hacía atrás de manera continua hasta que él se cansó y se apartó del muro. Nos lo quedamos mirándolo agotados por la fuerza utilizada. El rubio observó sus nudillos rasgados y cubiertos de sangre.
-Adiós- se despidió de nosotros y lentamente lo perdimos de vista. Después de aquello, cada uno se fue preocupado a su casa.
"¿no se dió cuenta de que estaba allí? Protegió a esa zorra sabiendo lo que siento por él y aun así, no le importó" dijo Takanori, devastado. Mientras caminaba a mi casa escuchaba el llanto y las maldiciones, eran relajante que se diera cuenta de lo que era Akira.
- Tarde o temprano, te habrías dado cuenta de la otra personalidad oculta de Akira... su otro él.- dije, abriendo el cerrojo de la puerta de casa y cerrandola detrás mío.
"No puedo creer que sea verdad... soy un idiota ¿Cómo me pude enamorar de él?" Se preguntaba sin parar.
- La fealdad siempre será ocultada, al igual que yo soy tu fealdad interna, Akira también tiene su fealdad interna y algún día te la tenia que mostrar- Caminaba hacia mi habitación a cambiarme de ropa.
"¿Dices que le decíamos Reita por su fealdad interna?" Preguntó.
- Ajam... tu me llamas "Ruki"- Lentamente Takanori sabía la verdad.
"Cambiemos" pidió seguro de sí mismo.
-Y como jodes con eso- me quejé, volviendo a la cocina y prepararme el almuerzo.
"No bromeo Ruki, cambiemos, quiero ser yo quien haga sufrir a Elizabeth... Te lo ruego" Takanori había cambiado.
-¿Cómo sé que no me estás mintiendo?- pregunté desconfiado.
"Porque vos sos yo, eres mi bestia interna y deberías confiar en mí" Quedé razonando unos largos minutos, llegando a mi respuesta final.
-No confío en tí- dije. Desconfiaba absolutamente de él.
Miraba la puerta marrón, preguntándome: ¿Qué estará haciendo? De seguro intenta escapar o duerme para recaudar energías.
Me acerqué a la puerta, colocando mi mano derecha en su picaporte.
- Ayuda! - se escuchó del otro lado. Rápidamente tomé el cuchillo más grande de la casa y volví a la puerta. Suspiré y abrí la puerta.

Mi horrenda obsesión ●Reituki●Where stories live. Discover now