27.

3.2K 346 157
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

.

Antes de girar la cabeza, Enzo rezó a dios de la forma más corta que ojalá su mente le esté jugado mal, y esa voz hubiera llegado a sus oídos por mero cargo de consciencia.

¿Qué podría inventar si no se estuviera equivocado? 

Declararse culpable sería lo más digno, claro está. Él no era de esconderse, y probablemente tomaría el valor para decir lo que vieron, si los hubiesen atrapado. Pero como gracias a la oscuridad, y que las ventanas de su auto estaban equipadas por laminas polarizadas, eso no pasó, Enzo soltó una carcajada cubriéndose deprisa la boca cuando se alejan. Estaba burlándose de Lía, ella no sabía sobre ese pequeño detalle, por eso su rostro seguía como si hubiera visto un monstruo, completamente aterrada, esperando a que él hiciera o dijera algo.

Pero no vio a ningún monstruo,  vio a Matías tras el cristal, acompañado de los chicos, todos intentando más de una vez ver algo por la ventana, sin éxito. Fue hasta que medio escucharon como Juan dijo que no veía ni una mierda, y que seguro Enzo estaba ya esperándolos dentro, que Lía entendió un poco la situación.

No los habían visto, y también ahí supo porque Enzo subió todas las ventanas cuando empezaron a acercarse a la zona de bares, no quería que pasara algún "accidente". Tenía todo planeado.

Cuando escucha a sus amigos alejarse, Enzo voltea aún muerto de risa, imaginando lo trágico que hubiera sido si su auto no fuera tan increíblemente magnífico.

—Si yo tengo hasta suerte, Lía. —habla con esa voz tan cruda, rompiendo la fuerte tensión que se había formado debido al silencio—... Si vamos a hacer las cosas mal, al menos hay que hacerlas bien.

—Yo no voy a hacer nada contigo... —musita la chica tomando aire.

Enzo la ve con una risita casi malvada en el rostro, él sabe bien que miente.

Y cuando el auto toma marcha a quien sabe donde, Lía descansa sus hombros tensos contra el asiento, cerrando los parpados fuertemente, y lamentándose de lo que había vuelto a hacer. En ese momento entendió lo mal que estaban ambos, no solo él.

Si bien no tenía algo como tal con Matías, la culpa que la invadió en ese momento, la hizo darse cuenta de que todos los sentimientos que habían entre ellos, eran sinceros. Y que estaba mal disfrutar besar a Enzo, por más bueno que fuera, por muy bien que se sintiera, al terminar siempre había un sentimiento de incomodidad.

Aquellos besos eran incompletos, Lía no los sentía llenadores por más intensos que fueran. Para Enzo era igual, pero en él eso solo significaba una cosa, nada sentimental, que era a lo que Lía se iba, ella tenía la idea de que todos los besos debían llevar algún trans fondo, algo que la hiciera sentir bien, no dejarla como lo estaba ahora. Por otro lado para Enzo eran así, porque necesitaban ir más allá, y para él no había algo mejor que disfrutar de la adrenalina que los envolvía, al enfrentarse a situaciones como la que habían pasado.

Mientras razonaba, Lía imaginó lo que hubiera sentido si el escenario hubiese sido al revés, quizá no sería un gran dolor, pero si un mal rato. Uno que no quería hacerle pasar a Matías.

Si ella era capaz de sentir esa empatía por él, no entendía como Enzo, quien era su mejor amigo, podía estar riendo sin ningún tipo de responsabilidad. Ese fue el día que Lía empezó a conocer, y sentir, lo insensible que el chico podía llegar a ser.

—No voy a seguir haciendo nada que no quieras. —habla él, luego de un rato en silencio.

Lía no responde, no sabe que decir, así que cuando él voltea a verla alzando las cejas en espera de algo, ella solo levantan los hombros diciendo...

—¿Debería responder a eso?

—No, está bien. —suelta Enzo en un tono extraño, bajando la comisura de sus labios, como restándole importancia.

Ella asintió, volviendo a no decirse nada en un buen rato, y al llegar al bar que tanto buscaron, Enzo se estira hasta entre abrir la puerta de Lía, adelantándose.

—... Y es un simple beso, chiquita. —le murmura al oído con el tono más suave de voz que puede tener. Al estar más cerca de ella, siente como su cuerpo sigue temblando, y le preocupa ya que es él el responsable, así que la única solución que puede darle es... —. Si Matías no logra quitarte lo tensa, ya sabés dónde está mi habitación.

Escucha con atención cada palabra, mientras baja del coche. Su boca estaba medio abierta, ahora si no tenía ni idea sobre que responder, estaba totalmente sorprendida cada vez más, de lo descarado que era.

—... Solo ya sabés, que sea cuando tu novio no esté.

.
.
.
.
.
.

Espero con todo mi corazón que esto os siga gustando, he tenido un poco menos de inspiración estos días, pero siempre trato de darles los mejor, muchas gracias por el apoyo. Hace días llegué a 100k en vistas, y me emociona demasiado ver cómo cada vez se suman más 💗

Muchas gracias por vuestros comentarios, y nada, lindo inicio de semana chicas y chicoooos 💗💗

Ah, y a mí tmb me cae muy mal Lía bjjjjajjqjq

JOB | Enzo Vogrincic, Matías RecaltDonde viven las historias. Descúbrelo ahora