Insoportable

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Insoportable



Martina piensa sinceramente que Raúl no tiene ni idea de dónde se ha metido. No deja de sorprenderle, por una parte, que todavía haya gente interesada en las andanzas de su hija. Aurora no es tan interesante, solo otra niña más que lo ha tenido todo y ha terminado torciéndose por no saber cómo gestionar la opulencia. No puede entender por qué hoy en día salen tantos realities sobre gente que no hace absolutamente nada, pero piensa que si realmente está dispuesta a ventilar su vida al menos ya no le echará la culpa a ella por hacerlo en los platós de televisión. Además, la noticia del reality ha cabreado bastante a Quim, y eso siempre es algo positivo. Sobre todo si a la ira de su ex marido se le junta un Raúl Álvarez al borde del ataque de nervios.

Al principio le extrañó bastante que su hija aceptase trabajar con él. Siempre le ha parecido un cretino y tras lo sucedido con el video de Ion el desprecio de la joven hacia el colaborador había evolucionado hacia el más puro odio. Pero tras ver cómo Raúl ha tenido que poner el móvil en silencio para que la muchacha no le moleste, Martina ha comenzado a atar cabos. Aurora siempre ha sido una persona con un talento extraordinario para sacar a la gente de quicio, es quizás su mayor especialidad, y está sacando a relucir todas sus armas para volver loco a ese hombre. Quizás se haya propuesto desquiciarlo por completo. Bueno, no es el plan más inteligente, pero resulta muy entretenido así que no tiene queja alguna, sobre todo porque ella misma puede poner su granito de arena.

—¿Cómo te va, Raulito? —le comenta, acercándose a él en uno de los descansos. Raúl está frente a la mesa de catering, dubitativo como siempre. Suele tardar eones en elegir algo de comer porque le da miedo que alguien haya tocado uno de los canapés antes que él y lo haya llenado de microbios— ¿Ya ha conseguido que llames a psiquiatría?

Él no la mira. Tras años trabajando a su lado, Martina sabe que cuando Raúl Álvarez intenta discernir en cuál de todas las opciones comestibles tiene menos posibilidades de haber sido manoseada por otros seres humanos es bastante complicado desviar su atención. Ese hombre tiene muchos problemas psicológicos.

—Solo es una cría comportándose como tal —responde él, lacónico—, aunque no hubiese estado de más que tú y tu ex marido la hubierais educado como toca.

—Aurorita siempre ha sido una rebelde —rie ella.

Raúl frunce el ceño para finalmente coger un par de magdalenas que están empaquetadas en pequeñas bolsitas de plástico. Ha ido a lo seguro, como de costumbre.

Mientras les quita el envoltorio, se dirige hacia Martina con gesto aburrido.

—¿Qué pasa, Latini? ¿Quieres que hablemos sobre tu aparición en el reality? Sabes que siempre estoy abierto a los acuerdos.

Ella nunca lo admitirá, pero el hecho de saber que por el momento no tienen intención de sacarla es algo que la carcome por dentro. Al fin de cuentas, fue ella la que creó a Aurora. Y no solo porque sea su madre, sino porque gracias a su visión logró que su hija se convirtiera en una de las estrellas infantiles más prominentes del momento. Fue ella quien buscó los contactos, quien la presentó a castings, quien le consiguió los papeles más importantes de su carrera. Puede entender que Raúl haya prescindido de ella, no puede soportar que le quiten el protagonismo, pero su hija es una auténtica desagradecida. Si a día de hoy al alguien mínimamente interesado en ella, todo es gracias a Martina.

Pero, por descontado, esto no es algo que vaya a admitir en voz alta, mucho menos delante de Raúl.

—¿Te refieres a salir en esa pantomima ridícula? —Inquiera, enarcando una ceja—. Por favor, cuando tus productores vean que Aurora falta a la tercera cita cancelarán el proyecto y tú habrás perdido tiempo y dinero, algo que yo valoro demasiado como para tirarlo tan gratuitamente.

El nudo gordianoNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ