My Crimson Butterfly

That night at 3 am.

~Narra el Doctor Lecter.

La primera vez que la vi ella tenía diez años. Vestía un precioso vestido blanco. Su mirada estaba en el suelo, como si fuera la cosa más interesante del mundo. Su precioso pelo liso era de un tono castaño oscuro y estaba empapado, no llevaba zapatos que cubrieran y calentaran sus pequeños pies, temblaba durante pequeños intervalos de tiempo, como si recordara algo para olvidarlo otra vez. Una sábana cubría su pequeño cuerpo y a su lado estaba una mujer policía, que acariciaba su espalda, hablándola suavemente. Ambas estaban sentadas en la parte trasera de una ambulancia.

Jack no me estaba mirando cuando llegué, su semblante era neutral, solo soltó por un suspiro que indicaba cansancio. Miré mi reloj, era de madrugada, las tres de la mañana.

-Su padre mató a su madre delante de sus ojos.- Dijo casi en un susurro cuando notó mi presencia. Le miré durante un segundo y volví mi atención hacia la niña. Me di cuenta de que tenía unos cuantos moretones en su piel, cortes y algunas manchas de sangre manchaban su vestido blanco. De la nada un grito, por lo visto el de un hombre, desgarró el silencio de la calle, haciendo que todo el mundo mirara alrededor, los policías y agentes se llevaron la mano a la cartuchera y Jack apretó con más fuerza su escopeta que descansaba a su lado cada vez que iba a una situación así. Unos cuantos agentes fueron a registrar el lugar. Miré a la niña: estaba temblando del terror.

Se sentía vulnerable.

Incluso con un puñado de policías y agentes del FBI alrededor se sentía vulnerable. ¿Qué influencia tenía su padre sobre ella?

Su mirada chocó con la mía, y nuestras miradas quedaron estáticas por un momento. Sentí como dejaba de respirar, como sus pupilas se dilataban considerablemente y como su labio inferior temblaba.

-¿Puedo hablar con ella?- Pregunté de repente. Jack me miró extrañado, pensé que diría que no, pero asintió. –Solo.- Susurré y se me quedó mirando por un largo rato, como si buscara algo bajo mis ojos, en lo más profundo de mi alma.

No te va a gustar lo que vas a ver si sigues haciendo eso Jack.

-Cinco minutos Dr.Lecter.- Dijo serio mientras yo hice un intento de sonreír pero acabé con solo las comisuras de mis labios alzadas.

Mientras nos acercábamos a ella, la mujer miró en mi dirección, preocupada, luego su mirada se volvió hacia Jack quién asintió. La mujer se levantó de mala gana y se fue no muy lejos, junto a un grupo de tres hombres que estaban cerca de un coche de policía, con los brazos cruzados.

-Hey, pequeña, quiero que conozcas a alguien.-Jack me miró a la vez que ella alzaba su vista hacia mí. –Este es el Dr.Lecter y quiere hablar contigo un momento.- Miró a la niña y luego a mí con una sonrisa nerviosa. Ella se agarró más a la sábana, como si eso la pudiera salvar de las pesadillas.

-No quiero hablar con otro policía.-La oí murmurar, casi sollozar. Solté una risita y me agaché hasta estar a su altura.

-No soy policía cariño.- Miró directamente a mis ojos, algo sorprendida. –Solo quiero hablar contigo un momento, ¿puedo?- Se mantuvo silenciosa un momento, pero luego asintió suavemente, la respondí con una sonrisa.

-Cinco minutos Lecter.-Dijo Jack con voz grave, le miré y asentí. Una vez solos, me senté a su lado donde hace un momento estuvo antes la mujer policía.

-¿Cómo te llamas pequeña?

-Ana. Ana Heller.

-Que nombre tan bonito.-Sonreí mientras la veía jugar con sus dedos.