My Crimson Butterfly

Petricor

Del Inglés "Petrichor" a su vez viene del griego antiguo, fusión de las dos palabras "petra" e "icor" de ahí "Petricor". Es el curioso nombre que recibe el olor de la lluvia al caer en el suelo seco, sobre todo tras un largo período de sequía.

-Fuente: wikipedia.

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~Narra Hannibal

-Es horrible.- Comenta uno de los forenses mientras hace fotos a la escena.

Están ajenos a mi presencia. Demasiado centrados en la macabra recolección de pruebas, fotos y flashes. Casi se podría decir que parece una pasarela.

-Era muy joven.- Beverly para al lado de Jack, al verme sonríe con tristeza. -Hola Doctor Lecter, no le había visto.- Se disculpa, asiento a modo aceptación, volviendo a centrar mi vista alrededor del callejón.

Los ladrillos están mojados debido a la reciente lluvia, en algunos de ellos el musgo empieza a florecer como una rosa en el jardín, salpicando perezosamente ligeros indicios verdosos y amarillos. En el mismo callejón hay pintadas que jóvenes gamberros han hecho con spray, los hay de meras firmas con sus apodos, a dibujos bien hechos al estilo callejero. Hago una mueca sin apenas darme cuenta. Al fondo del callejón, mejor dicho, detrás de la víctima, hay también pintadas, los típicos números de teléfono ahora borrados, insultos y demás parafernalia dibujada y escrita en tinta indeleble. Hay colillas por todos lados al igual que la basura que va desde envoltorios de bollos industriales a papel de aluminio. Las pequeñas ventanas que daban al callejón estaban cerradas, de algunas de ellas pendían hilos donde los inquilinos colgaban su ropa mojada. En la esquina hay un pájaro muerto, de él sale un riachuelo de puntitos que van y vienen de manera paralela. Ah, carpe diem.

-Jimmy, ¿sabemos ya quién es?-Pregunta Jack al fotógrafo, que vuelve de hacer las fotos. El chico niega.

-Cuando volvamos al BAU cotejaré la foto en la base de datos Jack, pero no sé. No me suena de nada. A ninguno de nosotros. Además la puesta en escena del cuerpo es del todo menos convencional.-Miro a Jimmy con intriga.

-¿Por qué?

-Creo que debería verlo usted mismo Doctor.-Me gesticula con la cabeza.-Creo que está a la altura del Destripador.-Beverly se ríe ante su comentario.

-Estás loco, no es tan chalado como ese tipo.

La conversación se desvanece, yendo de graves a agudos y viceversa. Los flashes molestan en un sitio tan pequeño. Hay bolsas de basura por todos lados, las moscas revolotean sobre ella en busca de comida y un sitio prometedor para hacer un nido, huele a putrefacción y a comida rancia. Uno de los investigadores me mira según me acerco, me detengo a su lado y dejo salir el aire que hasta ahora había- sin darme cuenta- contenido dentro de mí.

El aire huele a sangre seca, un oscuro presagio desafortunado donde si uno escucha con suficiente atención, puede oír una macabra y grave voz venir de todos lados; el aire también rezumaba a tierra mojada, aún caía agua de los canalones de los bloques cercanos. Todo era gris, vacío y sin vida.

-Es horrible.- Dice el investigador a mi lado.-No sé cómo ha podido hacerle eso a una chica tan joven. Apenas debe de tener 25 años.-Suspira tras cerrar su maletín.

-Las apariencias pueden engañar señor...-Le miro con curiosidad mientras se levanta. Parece tener un problema con su columna, le cuesta levantarse.

-Nathan Brungel.-Asiente con una ligera sonrisa.-Criminalística.-Me extiende su mano.-Es un honor conocer al famoso Doctor Lecter, leí su última tesis sobre la personalidad humana, ciertamente me dio en que pensar.- Sonríe más abiertamente.