Falsedad

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~Narra Lecter

Me senté en mi escritorio, mientras miraba una vez más el dibujo que había hecho para Ana. Borré un par de manchas que se habían formado a causa del grafito. De repente, el teléfono empezó a sonar, lo cogí y acepté la llamada.

-Consulta del Doctor Hannibal Lecter, ¿en qué puedo ayudarle?
-Hola Doctor Lecter, soy yo...hem, el señor Lampert.-Una grave voz, a la par de temblorosa llegó a mis oídos. Oh, el pobre señor Lampert. Había perdido a su mujer y a su madre en un corto periodo de tiempo, trece años atrás, concretamente, y aún no había podido superar eso. Apreté los dientes mientras diversas puertas en mi mente daban paso a recuerdos que no quería recordar, no ahora, no quería ser grosero con el señor Lampert.

-Oh, señor Lampert, ¿qué ocurre?-Oí un pequeño sollozo de fondo.
-N-Necesito cancelar la sesión de hoy, l-l-loo siento, sé que se lo digo muy pe-pegado d-d-de tiempo.-Miré mi reloj y efectivamente, tenía razón, sobre estas horas él ya estaría afuera, le hubiera oído de ser ese el caso.
-¿Se me permite saber la razón de la cancelación?-Abrí mi cuaderno de citas y cogí la pluma negra, tachando el nombre de Sebastian Lampert.
-B-Bueno...sería una cancelación de s-s-s-sesiones indefinida.
-¿Indefinida?
-S-S-Si, u-u-usted verá doc-doctor Lecter, mi...mi tía e-esta grave en el hospital...h-ha tenido un a-accidente y esta grave...así que...

-No diga más Sebastian.-Su nombre salió de mis labios como dagas.-Dejaré sus sesiones libres y cuando vuelva o se sienta bien de retomarlas, solo avíseme.
-Oh, ¡muchas gracias Doctor Lecter!-Hubo un breve silencio y un papel siendo arrancado llamo mi atención.-L-Le pagaré el doble por las mo-mo-molestias.-Dijo tartamudeando. Oh, con que eso era el papel. Un cheque.
-No es necesario Sebastian.
-Por favor, i-i-insisto, déjeme hacerlo, se-se lo ruego, m-mm-me hará sentir mejor.-Suspiré.
-Está bien. Si eso le hace sentir mejor.-Dije mientras me levantaba y miraba tras la ventana, fijándome en el cielo: empezaría a llover pronto.
-Gracias Doctor Lecter, que tenga un buen día.
-Gracias, e igualmente Sebastian, espero verle pronto.-Contesté para luego colgar. Con el teléfono en mano perdí mis pensamientos entre la acera de la calle, y el ir y venir de la gente. El teléfono volvió a sonar otra vez y con pocos minutos de diferencia respecto a la otra llamada, sacándome de mi ensoñación. ¿Otra cancelación? Suspiré.

-Consulta del Doctor Lecter.-Conteste pesadamente.
-Doctor Lecter, soy Jack.-La voz del agente Crawford se oía rara a través del teléfono, oí las risas de una niña de fondo y la voz de su esposa, Bella.
-Veo que las cosas van bien por ahí.-Dije mientras me sentaba en el diván de color verde oscuro. Pasé mi mano libre por mi cabello, deshaciendo el perfecto peinado que traía.
-Sí, aquí va bien, bueno, más o menos.
-¿Qué ocurre?
-Estamos en la casa de Ana, hemos venido a recoger unas cosas. Llamaba para concretar lo que me dijiste ayer por la noche.
-¿Lo de dejarla a mi cargo?
-Exacto. ¿Estás seguro? Es decir, no quiero que la niña te suponga una carga.
-No lo será Jack. ¿Lo tenéis? ¿Lo habéis encontrado?
-Sí, hace un rato me lo acaban de decir, estaba en la frontera, intentó salir de Maryland esta misma noche. Está en el BAU.-Asentí aún si no pudiera verme y descansé mi cabeza en mi mano libre, pensando cuándo proceder, aunque lo mejor era ahora, inmediatamente.
-Ahora mismo tengo bastante tiempo libre, puedo ir hacia allá ahora mismo si no te es ningún inconveniente.
-Por supuesto que no, lo antes, mejor para ambos.
-¿Cómo se encuentra Ana?-Le oí suspirar, eso nunca era una buena señal.
-A veces se queda mirando a un punto fijo y no vuelve en si hasta que la sacudes o la tocas.
-Es normal, es la reacción de su cuerpo ante un shock. Tal y como dije ayer, intentó matarla Jack.
-Intento asfixiarla, sí. ¿Entonces, nos vemos allí?
-Espera... ¿Intento asfixiarla?
-Sí.-Solté un bufido ante la afirmación
-Estaré allí en unos...veinte, quince minutos...-Sin más colgué la llamada mientras dejaba el teléfono en la mesa y cogía la chaqueta del perchero.

My Crimson ButterflyWhere stories live. Discover now