Día 11.2: Alas

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Dia 11 Alas

Autor: Shinobu Rei

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Pasen

Observen

Les presentamos al fenómeno de las alas negras.

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1

Desde que tiene memoria Lan Xichen conoce a personas con alas blancas. Grandes, majestuosas y visibles, al menos hasta que Wei ying, un particular ser de una sola ala y pareja de su hermano, le hace bajar al pueblo. Sus ojos se encuentran con unos dorados que esconden lo que todo mundo le ha rehusado a lo largo de su vida: El mundo real.

Un mundo fuera de las montañas, fuera de los clanes y privilegiados, donde existen personas sin alas, donde existen alas negras.

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2

La primera vez que se encuentran sólo es un sonrisa. Wei Ying lo distrae, sus ojos grises y curiosos lo miran por otros segundos. El joven de alas negras le sonríe.

Lan Xichen piensa que la sonrisa le es bastante familiar.

La segunda vez, baja con su hermano a buscar incienso, el chico de ojos dorados sigue en el mismo lugar, con una canasta de frutas, ofreciéndola a los transeúntes que lo ignoran y lo miran con la misma cantidad de desprecio como la que él recibe de respeto. Suspira.

Se agacha a su altura y extiende sus alas, cubriendo a ambos de las miradas de los curiosos.

—Compraré todas— Y le sonríe con cordialidad y amabilidad. El chico de ojos dorados le devuelve el gesto. Le entrega la canasta con alrededor de 12 manzanas. Son brillantes y bonitas, Lan Xichen se pregunta de dónde las habrá tomado y aún más el por qué el chico esconde las alas que Lan Xichen observó la primera vez que lo vio.

—Gracias Er-Ge.

Su voz estaba rota, sus ojos cristalinos. Lan Xichen supone que es por agradecimiento.

Las Alas vuelven a su lugar, le da la espalda y se despide fugazmente con simples palabras que hacen brillar las pupilas doradas.

—Nos vemos luego.

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La tercera vez que baja de las montañas es por su propia decisión y aunque su tío le ha dicho que no debe meterse en asuntos mundanos, Lan Xichen no entiende ¿acaso no pertenecen al mismo mundo? La tierra, el cielo, el aire, todo se comparte, todos son humanos. De ahí proviene Wei Ying. Su mente no transmuta la idea de que sean diferentes a los "terrenales" Sin embargo, cuando sus ojos buscan con premura la pequeña casa de madera donde el chico de ojos dorados estaba la ultima vez, no lo encuentra.

Decepción.

Las personas murmuran, lo miran como si se tratara de una divinidad, pero Lan Xichen odia eso, detesta sentirse ajeno y mucho más la frustración que le está generando no encontrar al chico de ojos dorados.

Pregunta. Nadie tiene respuestas. Respira y su pecho late en una preocupación aberrante y sin sentido. Apenas lo conoce ¿por que no puede dejar de pensar en él? Sube de vuelta, sin frutas, sin un pretexto real que darle a su tío más que una simple curiosidad que es castigada con indiferencia pura.

Fictober XiYaoWhere stories live. Discover now