Capítulo XXI

15.7K 1.1K 69
                                    

Hell se aferró al volante como si se tratase de un chaleco salva-vidas. Sky estaba gritando mucho en el asiento del copiloto. Estaba totalmente histérica. Babe no se movía. A Hell le preocupaba y mucho que no respondiese. Tenía la mirada completamente vacía.

-Voy a llevaros a casa y después solucionaremos todo esto – susurró obligándose a sí mismo.

-¡¿Solucionar qué?! - Sky lloraba y lloraba de una forma alarmante.

-Tal vez DD esté bien – contestó, muy pálido.

-¡Acaban de coserlo a balazos, imbécil! ¡Si no nos han dejado entrar a la nave es porque está muerto!

A Hell le entraron ganas de vomitar. Se sentía tan mareado y confuso. Solo escuchaba las súplicas de su madre en su cabeza, y él no había hecho nada. No había hecho nada. No había entrado a ayudar a su padre. Lo había abandonado a su suerte. ¿Qué clase de hijo era?

-Yo solo he querido obedecerle, yo solo he hecho lo que me ha pedido – Hell hablaba en un hilo de voz.

-¡¿Y de qué coño nos sirven ahora las órdenes de papá?!

Todo el maquillaje de Sky estaba corrido, dándole a su rostro un aspecto lamentable. Realmente parecía que fuese a darle un ataque de ansiedad en cualquier momento si no lo estaba sufriendo ya. ¿Qué estaba ocurriendo?

Hell seguía allí parado frente a la nave. Los coches de los Capobianco se arremolinaban alrededor. El resto había desaparecido como por arte de magia. “Todos lo sabían”, pensó, asustado, “Todo el mundo lo sabía menos nosotros, joder, ¿dónde nos hemos metido?”

Taylor se acercó hasta el vehículo con el rostro muy serio. Con aquel traje casi no parecía su amigo. Ahora debía ser responsable, suponía Hell. Desde la muerte de Jimbo días antes era él el que se encargaba de ayudar a DD con todos los negocios. Tal vez tuviese que manejarlos bajo el mando de Hell desde aquel momento.

-Hell, tío, salid de aquí – dijo con voz suave -. Unos cuántos coches os escoltarán hasta casa. A tu madre tiene que verla un médico.

Él simplemente tragó saliva. Quería preguntar lo evidente. Necesitaba hacerlo. Entreabrió ligeramente los labios y tuvo que esforzarse para que no se le quebrase la voz.

-¿Está muerto? - susurró.

-Nunca pensé que pudiese llegar a estarlo.

* * *

La casa estaba en completo silencio. Babe estaba dormida a base de somníferos. Sky estaba dormida a base de somníferos. Tears estaba dormida a base de somníferos. Hell se colocaba cada dos horas. Tan solo la cocaína lo estaba ayudando ligeramente a mantenerse fuera de la realidad. A veces escuchaba pasos fuera del despacho, que era donde él permanecía sin moverse. Taylor y los hombre de DD realizaban varios tejemanejes que Hell no entendía ni quería entender. Estaba hundido.

Cocaína (Saga Adrenalina I)Where stories live. Discover now