•29 | Mío.

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-J-Jungkook...

-Hola, pequeño. Creo que es tiempo de hablar de algunas cosas importantes—comenta con el intento de seriedad en sus facciones, casi perdiendo el aliento al poder observar finalmente ese rostro angelical que había deseado detallar desde hace semanas atrás, cuatro, para ser más puntuales. El rubio de cabello desordenado no hace ningún movimiento por los próximos segundos, solo puede quedarse viendo fijamente aquellos luceros negros con algo en la mirada. ¿Eso es felicidad? Jungkook puede jurar que es felicidad lo que muestran—¿Puedes ahora? O...—Taehyung ni siquiera espera que pronuncie alguna otra palabra para tomarlo de la mano y guiarlo dentro del apartamento sin darle tiempo al arrepentimiento que sabe tendrá cuando la valentía se le escabulla del sistema.

Aunque sus piernas estén temblando y tenga ganas de llorar por el miedo de enfrentar lo hecho aquella noche en la que palabras mordaces salieron como medio de defensa, no puede evitar llevarlo entre movimientos torpes al único lugar que lo hace sentir seguro de ese apartamento, uno donde se ha podido refugiar cuando quiere llorar o simplemente ver el techo por horas dejando que la tristeza de sus errores lo consuman poco a poco. 

Aquella habitación prestada ha servido como el sitio perfecto cuando desea protegerse del mundo, de los rumores, de sí mismo. Pero ahora, justo en este momento que abre la puerta y deja pasar a Jungkook para seguidamente trancar sin ninguna sutileza y pegar su frente de ella entre respiraciones inestables, sabe que ha sido impulsivo, que no ha pensado demasiado que ahora está encerrado con el hombre de su vida entre cuatro paredes y que posiblemente él ha venido para terminar de mandarlo al infierno por ser un niñato tonto que no supo cómo manejar una situación delicada que los envolvía a los dos por igual.

Esa fue una prueba de fuego que debían enfrentar con madurez, y él solo pudo huir para no terminar de quemar la escasa paja que lo cubría del dolor. Fue un imbécil, ahora lo sabe. Quisiera decirle que lo lamenta, que por favor escuche todo lo que tiene para decir ahora que su cabeza está mucho más tranquila por el tiempo a solos. Pero... ¿Qué pasa si de verdad viene a expresar que fue el peor error de su vida? No soportaría oírlo decir que por su culpa inició un proceso de divorcio que nunca debió, o que mintió a su hijo solo porque estaba necesitado de un respiro y él fue el mejor tanque de oxígeno en rebaja que consiguió. 

No, no, no podría levantarse del suelo si ha venido a terminar de dejarlo... No quiere que eso suceda.

-¿Por qué los unicornios en el techo?—es la pregunta que viene de parte de Jungkook que ha estado mirando los cambios en la habitación con tranquilidad, mientras el rubio se debatía un montón de cosas que solo le hacían querer llorar con más fuerza por haber sido un imbécil insensible.—tu habitación está limpia, es una lástima...

Luego de un movimiento suave, Taehyung se gira para poder clavar su mirada en el cuerpo del hombre que nuevamente viste ese conjunto deportivo que lo hace notar tan inalcanzable como solo él podría verse. ¿Lo está usando a propósito? Sabe que le encanta como ese tipo de ropa despreocupada le queda, así que supone que lo ha vestido con intención.

Sr. Jeon | KookvWhere stories live. Discover now