Capítulo 5

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Estuve yendo al estudio de grabación para filmar 2 videos musicales de un par de canciones de mi disco debut; siendo más específicos, fueron las canciones Sunshine y Extrañarte, fue muy divertido filmar dos videos musicales. Sin embargo, no fue nada fácil grabar esos videos, de hecho: acabamos hasta febrero del año en curso (2022), no fueron los primeros videos musicales que grabé, evidentemente, pero sí fue una experiencia única e inigualable.

Y sí, durante todo enero estuve sin tener noticias de Richard. Pero Fátima, Leonardo, Diego y toda la gente que conocí en México, me invitaron a comer una «Rosca de Reyes». Ya conocía la tradición por mis abuelos, el cinco de enero se partía la rosca y debías de pagar los tamales el dos de febrero si te salía una figura de plástico con la forma de un niño Dios (o eso se suponía). Por buena suerte, a mí no me salió ninguna figura de plástico, por ende: no tuve que pagar los tamales el dos de febrero. Aunque no me hubiera molestado en absoluto haber tenido que pagarlos, o sea: ya contaba con mi propio dinero.

México era igual de hermoso que Francia y los mexicanos eran mucho más amables que los arrogantes francesitos y no te usaban como promoción para un futuro CD. Sí, me estoy refiriendo a ti, Tom Roux. Ese miserable, mentiroso, egoísta e infiel canalla.

Pero Richard Vallaj, mi sueño… ¿él me extrañaba a mí o no?, ¿por qué había tenido ese sueño? ¿Fue una señal del destino o algo por el estilo? Yo elegía creer que Richard me extrañaba de la misma forma en que yo lo extrañaba a él, ¿por qué ? Porque él me hizo sentir muchas cosas en tan poco tiempo que no sentí con Logan en tantos años, creo que ya lo dije mucho; pero es verdad que Richard sí era el amor de mi vida y que siempre habría espacio en mi corazón para él y solo para él. Eso era lo que yo creía y anhelaba.

Era catorce de febrero y me encontraba en mi departamento escuchando mi CD (seguí la tradición de mi cantante favorita al comprar mi propio CD, lo había dejado guardado en un cajón de cosas especiales) mientras aseaba mi casa, cuando de repente un mensaje llegó a mi teléfono de un número desconocido.

«Te reto a que abras la puerta de tu casa», me asusté en cuanto lo leí, era un número de México, pero registré a todas las personas mexicanas que conocía y yo no le di mi número a cualquier persona desconocida, así que no podía ser que el número fuera desconocido. Entonces fue que decidí no acercarme ni a abrir la puerta ni estar cerca de ella. Me llegó otro mensaje al pasar un par de minutos. Estaba muerto de miedo.

«¿No abrirás, pequeño Gerald?»; ahora sí entré en pánico, no respondí el mensaje porque después me llegó otro más. Eso ya lo había visto antes, parecía que al escritor de los capítulos en mi vida, le gustaba repetir secuencias y patrones idénticos.

«Hace frío y tengo un vuelo en dos semanas». ¿Quién me hubiera reclamado por un vuelo en dos semanas?

—¿Con dirección a dónde? —ahora sí decidí que me tenía que acercar más a la puerta, de forma sigilosa, mientras esperaba una respuesta de parte de quien pensaba que era Lezley (porque solo ella hubiera sido capaz de reclamarme sobre un vuelo en dos semanas)—. Voy a abrir la puerta —lo anuncié, esperando que me hablara desde el otro lado de la puerta; no recibí respuesta a alguna—. Sería una completa locura si fueras…

—¿Yo? —¡era él! ¿Qué hacía él y cómo me había encontrado? Nunca le di mi dirección—. Hola, guapo, me extrañaste, ¿verdad que sí? —Scott, con su sonrisa coqueta, una camisa desabotonada hasta casi mostrar su pecho, y con una gran actitud, estaba recargado en el marco de mi departamento; ¿qué carajos hacia Scott Robinson en mi departamento y cómo carajos me encontró?

—No eres quién yo creí que eras —su mirada de decepción me decía que lo arruiné—. Pero agradezco que estés aquí, no te lo tomes a mal. es una gran sorpresa.

Anochecer Tras El Amanecer (Dylan's Version)Where stories live. Discover now