Capítulo 12

4 1 0
                                    

¿No lavar nada de trastes, quedarte con toda la basura de semanas; tanto orgánica como inorgánica y echar a perder tanta carne? Eso fue lo que Jair nos comentó (a las pocas personas que nos quedamos ahí para averiguar qué era exactamente lo que pasaba con él) acerca de por qué su departamento apestaba a muerte. Como ya no quedaba nada por hacer, decidí irme del edificio donde vivía Jair.

—¡Oye, Louis, ven! —pero me detuvo antes de irme y una vez que estuve junto a él, sentí que me iba a matar o algo—. ¿Qué carajos haces aquí?

—Yo solo quería saber si estabas o no estabas bien; llevas dos semanas faltando al trabajo, quería ver si las cosas estaban bien, pero resulta que hay un aroma en tu departamento que apesta a muerto, o carne podrida, y básicamente entré en pánico —sí, me sentí ofendido.

—Sandra te pudo haber visto; ¿se te ocurrió qué pudiste haberle dicho?

—Sí: decirle que estoy preocupado por ti ya que llevas un par de semanas faltando al trabajo —y es que esa era la verdad—. Nos tenías con una preocupación horrible.

—Es lindo que se preocupen por mí y en especial tú; tengo que admitir que me pasé de la raya y sí les metí un buen susto a la disquera entera y sus contribuyentes.

—¡Es tu trabajo!

—¿Y?

—Y que en un mal movimiento estás despedido —fui franco y directo con él, no quería que lo despidieran.

—Lo sé; créeme que a veces ya no quiero trabajar ahí, no me desaparecí por completo, ¿sabes? Estuve haciendo un poco de Home Office. Me sorprende que nadie te lo haya dicho aún. Suelo desaparecer por semanas enteras y luego vuelvo como el ave fénix.

—Apuesto a que te acostumbraste por la pandemia, ¿verdad? —recordé que muchas de las personas que vi, no llevaban cubrebocas y yo era el único idiota con mi cubrebocas puesto—. Aquí ya no se cuidan de la pandemia, ¿no?

—Se lo toman mucho a la ligera, sí —y al parecer él también se tomaba a la ligera el tema de la pandemia.

—¿Por qué carajos acumulaste tanta basura y dejaste que la carne se pudiera bajo el sol, Jair? —dije esto con un tono de voz bastante molesto. Con poca dulzura en mi voz.

—Pista: no fue a propósito ni fue planeado y mucho menos yo quería que esto pasara o que vinieran a buscarme mis vecinas y vecinos —aunque sí pareció que hubiera sido premeditado. Tengo que admitirlo.

—¿Qué estás tratando de decirme? —se acercó a mi oído.

—Es que me fui de viaje y olvidé todo, me acordé estando allá y no iba a regresarme, también fue un buen experimento social. Regresé hace diez minutos —susurró, ya que estaban pasando algunas personas, haciendo caras raras, y cubriendo su nariz por el aroma tan asqueroso que había dentro de su apartamento, que vivían en el edificio donde vivía Jair.

—Perdón, pero ¿qué fue lo que acabas de decirme? Creo que no te estoy entendiendo del todo bien con respecto a lo que dices.

—No pienso repetirlo en voz alta, debido a que me da muchísima vergüenza admitirlo. It is what it is.

—¿Qué clase de enfermo mental haría un experimento social echando a perder tantos alimentos en buen estado y dejando un aroma muy desagradable en lugar de un olor un poco más placentero? Dime, porque creo que ninguna persona cuerda lo haría —miró de derecha a izquierda para asegurarse que no había gente pasando cerca de su departamento.

—Un poquito más de discreción, por favor: alguien podría oírte y eso no me gustaría para nada.

—¿Qué me harías si alguien se llegara a enterar de que lo hiciste por probarle algo a alguien?

Anochecer Tras El Amanecer (Dylan's Version)Where stories live. Discover now