Linea de sangre

4.8K 503 135
                                    

Abrí los ojos de sopetón cuando sentí un golpe en mi brazo. Lo que fuera esa cosa, se había quedado encima de mi. Pesaba, aunque no mucho.

Paseé los ojos por el entorno. Aunque todas las habitaciones en el castillo fueran igual, cada uno reconocía la suya. Yo no estaba en la mía. En la mesilla faltaba mi cajita de bombones plateada con forma de Luna.

Por fin me atreví a ver qué era ese peso.

-¿Un brazo?

Al hablar, sentí un quejido detrás mía. Me giré y vi a Regulus profundamente dormido, aunque espatarrado. Su brazo izquierdo era lo que me había golpeado.

>>Ay madre -tragué saliva-...

Pero ¿cómo no iba a hacerlo...? ESTABA SOLO EN BOXER.

-Es incómodo dormir si te observan -habló aún con los ojos cerrados.

-L-lo siento -tartamudeé y me giré de súpeto fijando mis ojos en la cortina.

-Tranquila, anoche hice lo mismo -susurró.

No me jodas... estuvo viéndome la cara de pez sapo que tengo cuando duermo. Adiós al último resto de mi dignidad.

>>¿Eso de madrugar lo tienes como hobbie?

-¿Qué mierda de pregunta es esa?

-Es sábado y son las seis de la mañana.

-Si me golpeaste con el brazo, capullo -susurro.

En ese momento sentí que se movía. Pasó un brazo por mi cintura y me arrastró hacia él. No hace falta explicar en qué posición quedamos.

-Deja de temblar.

-Es que... tengo frío.

-Sí, claro -suspira-. No voy a hacer nada -su voz se notaba cansada-. Por una vez, me gustaría abrazar a alguien que no fuese la almohada.

Los de Slytherin sabemos lo que es la soledad, el no poder expresar abiertamente tus sentimientos, que te juzguen si sueltas una lágrima... simplemente te juzgan.

-Regulus.

-¿Qué te pasa?

-Tengo que hablar contigo.

-Ya lo estamos haciendo.

-Lo digo en serio.

Entonces suspiró. Después saltó por encima mía y se tumbó de frente a mi.

-¿Tan importante es?

-Para ti puede que sí.

Noté como se tensaban las venas de su cuello. Se levantó y se puso una camiseta a la vez que yo me senté en la cama con las piernas cruzadas.

-¿Se puede saber qué es tan importante a las seis de la mañana?

-Ayer, cuando hablé con Snape, no pude evitar pensar en algo que debería haberte dicho hace días.

Escuchaba atentamente. Cuando pronuncié ese apellido, no pudo evitar poner mala cara.

>>No soy como tú -me quedé pensando en lo que acabo de decir-. Vaya, en mi cabeza no sonaba tan ridículo...

-Que no eres un hombre ya lo sé, sino no estarías en mi cama -bromea-. Sé más clara.

-Pues que no soy sangre pura.

En ese momento me tapé la cara con la melena. No podía verle a los ojos. Pero poco duró mi drama porque se acercó a mi, me agarró del mentón y me obligó a mirarle.

-¿Y qué?

Se me quedó cara de payasa total.

-¿Cómo que "y qué"?

-Eres muy tonta -ríe-. ¿Qué pruebas tienes?

-Que soy adoptada. No conozco a mis padres.

-Sí, ya -me suelta y se tumba-, pero estás en Slytherin.

-Muchos mestizos están en Slytherin -contradije.

Volvió a incorporarse y se sentó a mi lado. Me abrazó por la espalda, comenzó a acariciarme los brazos con suavidad y acercó sus labios a mi oído.

-Escúchame atentamente -susurró-. Sé que tienes dudas, muchas dudas... aunque sea sincero, siempre dudarás. Las mujeres sois así de tercas -sonríe-. No soy como mi hermano. No necesito quince chicas detrás mío para ser alguien.

Apartó el pelo que me ocultaba los hombros y el cuello, y siguió haciendo caricias por ambas zonas.

>>Solo necesito a una -susurró acercándose más-. Tengo fama de mezquino porque lo soy. Es cierto, odio a todo aquel que no es sangre pura -me tensé, entonces me agarró una mano y comenzó a jugar con sus dedos-. Pero todo tiene una excepción -me miró fijamente a los ojos-. No me arriesgaré a perder a alguien tan maravillosa como tú por unas cuantas gotas de sangre.

-Lo siento -susurré porque ma había quedado sin voz. Estaba controlando mis nervios. Si me fallaban aunque fuera un poco, comenzaría a llorar, y odio hacerlo si hay alguien delante-, pero necesitaba decírtelo.

-No te disculpes -acaricia mi cara.

Ese acto tan simple hizo que una lágrima corriera por mi mejilla terminando en su mano.

>>¿Hay algo más que quieras decirme?

Sí, claro que sí. Que estoy enamorada de ti y no tengo huevos a contártelo. Pero si te dije algo tan vergonzoso como mi sangre impura, podré decirte cuales son mis sentimientos.

-Sí, una cosa -carraspeé-. Que estoy...

La puerta se abrió. Por ella entró Severus que se quedó mirandonos fijamente.

-¿Qué hace ella aquí? -preguntó.

-No es asunto tuyo -respondió Regulus seco y cortante.

-Tuve una pesadilla -mentí mientras me secaba la cara.

-¿Y tienes que bajar y subir seis pisos en busca de consuelo? -ironizó.

-Snape.

Solo hizo falta una amenazante mirada y la mención de su apellido por parte de Regulus para que Snape cerrase la boca y se escondiera entre sus cortinas.

Mi agotado cuerpo se dejó llevar por Regulus. Volvimos a tumbarnos en la misma posición de antes con la única diferencia de que ahora estábamos más cómodos el uno con el otro.

Regulus Black y tú [COMPLETA]Where stories live. Discover now