Se acabaron los secretos

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Acepté hablar con él. Necesitaba muchas explicaciones a todo. Ya me estaba esperando en la habitación. La puerta estaba entreabierta cuando llegué. Estaba hablando con Snape. Me quedé escuchando otra vez. Está claro que a los amigos se le confiesan las verdades más oscuras.

-No tiene porqué molestarse. Ya sabes que es la primera chica con la que estoy.

-A ti te molesta cuando los demás la ven -le recuerda Severus.

-Porque sé como piensan.

Hubo un silencio. Me asomé un poco por la rendija; logré ver la cara de preocupación de Snape y a Regulus caminando alrededor de la cama.

-¿Estás seguro de contarle eso?

-No -responde Regulus- pero quiero que sepa la verdad. Es algo que forma parte de mi vida.

-Es peligroso, no puedes fallarle, y mucho menos darle la espalda. Podrías terminar mu...

-Ya lo sé -se sienta-. Por eso voy a decírselo, porque la quiero aunque no me crea.

-No puedes tenerlo todo, Black.

Decidí abrir la puerta y entrar. Severus me vio con pesar y salió cerrando la puerta.

-Hola -saludé-. ¿Te importa que me duche primero?

-Que va.

Dejé mis cosas en el baúl, cogí ropa y me metí al baño. Eché la meada más grande del siglo y me metí en la ducha para refrescarme el cuerpo. Salí cuando me puse mi pijama de pingüino. Me senté en mi cama y esperé a que hablara.

>>Será más fácil si voy al grano.

-De acuerdo.

Estaba nervioso, muy nervioso. Yo simplemente esperaba a que hablase.

-¿Sabes lo que es un mortífago?

-Sí.

Se quitó la camisa que tenía puesta quedando solo con una camiseta de tirantes. Se acercó a mi cama. Con el puño cerrado por los nervios, adelantó su brazo izquierdo. En el antebrazo, tatuado, estaba la famosa "marca tenebrosa".

-Estuvieron toda mi vida convenciéndome para hacerlo. Ni siquiera dudé cuando lo hice.

Sujeté su muñeca y acerqué el brazo a la luz para verla mejor.

>>Nunca creí que me arrepentiría.

-Puedes dejarlo.

-No puedo -apartó el brazo-. Ni yo ni nadie -se sentó a mi lado-. Creí que siempre serías un sueño, pero ahora que eres real en mi vida, solo me da miedo perderte -traga saliva-. He estado pensando mucho, incluso le he preguntado a Snape -ríe-. Pensé en dejarte, si estamos juntos solo te pondré en peligro, pero el capullo de Severus tiene razón una vez más -ríe-. Me dijo: "Si la dejas, desearás morirte. Pero tienes que aceptar la decisión que tome ella". Si quieres dejarme, lo entenderé.

Me sequé las lágrimas con la manga de mi pijama. La idea de dejar a Regulus me dolía por dentro; los tendones se me tensaban, las arterias me palpitaban y los órganos se me encogían. Pero solo era una sensación porque todo seguía en su sitio.

>>Me tranquiliza conocerte tan bien -sonríe-, pero he de admitir que tengo miedo por primera vez. Ahora que lo sabes, bueno, no sé si quieres estar conmigo, o me tienes miedo... solo dime algo, piénsatelo si quieres. Tal vez podemos ser amigos...

Mis cutículas gritaban que parase, la sangre ya salía por algún rincón de la piel.

>>No te hagas daño -me sujeta las manos.

Después de un rato en silencio, me tranquilicé y logré coger aire para hablar.

-La última vez que hablé con Dumbledore me dijo una cosa: "No te pases la vida amando una sola cosa, porque cuando esa cosa desaparece, no te queda nada". Él también se enamoró de quien no debía, pero fue feliz mientras duró -suspiro-. No voy a dejarte, mi insignificante existencia cobró un poco de sentido desde que te conozco.

Se tiró panza arriba y empezó a reir a carcajadas.

-Que alivio. Ven aquí.

Tiró de mi brazo y terminé tumbada encima suya. Me abrazó con demasiada fuerza. Le pellizqué las costillas para que me soltase. Como resultado, terminé sentada sobre él en una posición tentadora si hubiese cuadrado en otro momento.

>>Me gusta estar contigo -acaricia mi cintura-. ¿Cuál es tu mayor deseo? -se incorpora haciendo que quedemos muy pegados.

-Tenía muchos, pero me los cumpliste todos.

-¿Y qué fantasías tienes? -sonríe.

-¿Fantasías?

-Sí. Puedo cumplírtelas.

Me apretó contra él y empezó a darme besos en el cuello, mordiendo, lamiendo... metió sus manos por debajo del pijama, empezó a subirme la camiseta...

-Ya veo que todo ha salido bien -escuchamos a Severus.

-¿Alguna vez dejarás de interrumpir? -pregunta Regulus.

-Podéis continuar, me pondré tapones para los oídos -se tumba en su cama sonriendo.

Fui corriendo hasta su cama y me tiré en plancha.

-Te ha pasado algo bueno, ¿a que sí?

Se pone colorado con mi pregunta.

-Mañana he quedado con Lily para ir a los invernaderos.

-Que romáaaantico -ironiza Regulus.

-¿Por qué no le pides salir? -pregunto.

-No quiero ponerla en peligro -responde Snape-. Estará a salvo si solo somos amigos.

Regulus se tira en plancha encima nuestra y empieza a hacernos cosquillas. Al final terminamos rodando hasta el suelo. Snape cayó de cabeza, Regulus se dio con la esquina de la mesilla en, bueno, ahí... y yo me metí un castañazo contra el baúl.

Esta parte de mi vida es bastante rara. Está llena de mil emociones. Eso me gusta. Haber conocido a estos dos monos de feria me ha hecho darme cuenta de cuanto necesitaba la compañía de alguien.

Regulus Black y tú [COMPLETA]Where stories live. Discover now