CUENTOS CRISTIANOS

🐢LA TORTUGA Y LOS PAJARILLOS🐦 10/7/22

Érase una vez que Felip la tortuga iba de camino, iba por el bosque a su paso lento, por allí pasaban pajarillos y le decían que más adelante tuviera cuidado pero Felip no escucho, tal vez por la edad, talvez porque no hacía caso a nada, los pajarillos vigilaban el bosque, pues hace semanas atrás se habían metido unos cazadores para cazar los venados, el bosque es una reserva natural en la cual nadie con licencia o sin licencia estaba autorizado a cazar, eran animales en peligro de extinción y todos se cuidaban y todos cuidaban el bosque, Felip le valía siempre que pasaba algo se escondía en su caparazón, pero en una, en una resbalo bajo por una cuesta rodando en su caparazón y cayo hmmm como les explico, pues boca arriba, en fin con el caparazón al revés y no se podia levantar, ni girar, ni nada, no habían animales por allí o por lo menos no de día, por la mañana el sol salía y al medio día el sol estaba en su punto así que Felip se guardaba en el caparazón pero el sol y la calor era tan fuerte que cuando salía a pedir ayuda el sol lo azotaba y su piel ya estaba poniendo oscura, milagrosamente por allí había una pajarilla y había visto todo pero no lo ayudo y allí quedo Felip un día más, y una noche más, y al otro día la pajarilla lo volvió a ver y pensó como ayudar a la pobre tortuga, dijo yo no puedo, es muy pesado y quedo pensando, pero, pero, pero y si reunió los demás animales talvez podamos ayudar a la tortuga, así que la pajarilla voló y voló por el bosque pidiéndole ayuda a los demás pajarillos los cuales dijeron que si, al llegar todos juntos agarraron el caparazón de un lado y volaron hacia el otro lado poniéndolo de nuevo en sus patitas quemadas por el sol, luego llegaron los pájaros más grandes y cargaron a la tortuga a un lugar más seguro para él, lo llevaron al centro veterinario que allí quedaba en el bosque, estaba muy lastimado, muy quemado, deshidratado, hambriento, en fin casi muerto, pero gracias a los demás animales sobre todo los pajarillos y la pajarilla pudieron rescatarlo y estaba sumamente agradecido y aprendió una lección, siempre escuchar, retener lo bueno y desechar lo malo.