💻ARRANCAR💻 13/12/15

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Me encontraba navegando por las redes sociales, era un mundo para mi, algo fantástico, tenia de todo, pasaba horas en internet, en Facebook, jugando, Google investigando etc. Lo que no era bueno eran los virus, pero gracias a mi tía que me había instalado un antivirus, todo estaba bien, yo estaba bien. Pero un día mi tía me invito para la iglesia y le dije que no podía ir y le metí una mentira blanca, me quede toda la noche en las redes, el otro día fue igual y toda la semana no podía y hasta me hice el enfermo, todo por estar en las redes, mi vida fue cambiando espiritualmente, ya no hablaba con Dios como antes, oraba a penas, mi relación con Dios había caído mucho, ya no iba a la iglesia o iba de vez en cuando, las redes se habían hecho mis dioses, había entrado a chat conociendo personas nuevas, incluso hasta comencé a ver pornografía y ver mujeres del chat por webcam, todo había comenzado por explorar lo que eran las redes sociales, pero no sabía que era una pesadilla, que era un mundo oscuro ese lugar. Mi tía lo sospechaba, tantos no y no, tantas excusas y mentiras solo por ver una mujer por webcam, solo por tratar de enamorar una, solo por conocer personas nuevas, solo por jugar, solo por ver xxx, solo por investigar, solo por curiosear, mi mundo se había vuelto oscuro, le había dejado una puerta muy abierta al enemigo, me había vuelto adicto a las redes sociales. Un día mí tía me cerró la pantalla de la laptop y me miro muy seria y me dijo,- Hoy viene un predicador para la iglesia y vas a ir conmigo, no hay excusas, no hay mentiras, no hay enfermedades, te vas conmigo, yo solo asentí un sí. Al llegar la tarde me dirigí a la iglesia con mi tía, en lo único que pensaba era llegar ya a casa y prender la computadora, pero algo esa noche cambio. El predicador invitado de esa noche comenzó a hablar de las ataduras cibernéticas, de la muerte espiritual, de los agujeros que le abrimos al enemigo sin darnos cuenta o dándonos cuenta, todo era para mí sentía yo, al terminar pidió que todos los que estuvieran atados a las redes sociales pasaran al frente, yo pase y mi vida cambio. Al llegar a casa edificado, no queme la laptop, no la rompí, entre y limpie todo lo que me había corrompido, las pornografías, los chat, las mujeres, los juegos, todo lo que me corrompía borre y comencé a ver Facebook de otra manera, no para buscar amiguitas y cosas así, sino para llevar el evangelio a otras vidas, empecé a arrancar de mi vida todo lo que me impedía avanzar y tener una comunión con Dios. Ahora puedo decir que las redes sociales no me atan, porque he aprendido retener lo bueno, desechar lo malo, y darle un uso productivo a este aparato. Aun tengo cosas que arrancar de mi vida pero con la ayuda de Dios lograre arrancarlas, arrancar por ejemplo el odio, las mentiras y todo aquello que nos ata, que nos corta la comunicación con Dios. Arrancar cosas de nuestras vidas es necesario e importante para una buena comunicación y relación con Dios. Como yo arranque usted también puede arrancar cosas de sus vidas y si las redes sociales lo tienen atado, arranque eso de su vida, lo que para ti no te ata, para mi si me ata. Arrancar es la clave.

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