☆ ᴄɪɴᴄᴜᴇɴᴛᴀ ʏ ᴄɪɴᴄᴏ

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Minho se quitó la camiseta para dormir. Si bien hacía frío, le incomodaba dormir con mucha ropa, así que era eso o el pantalón, y debido a que dormía con Jisung, no sabía quien de los dos estaría más incómodo. Además, ya lo vio sin camiseta, así que suponía que no había problema.

—Se va a enfermar —su voz salió en un susurro, totalmente adormilada—. Y seré yo quien lo rete.

—No te reté Jisung... Aún así, no me has dicho qué gané.

—Nada...

El rubio llevó sus manos para refregar sus ojitos, estos picaban por el sueño. Lee colocó la camiseta arriba de la silla y corroboró que la calefacción estuviese apagada, la habitación estaba bastante calentita. Se acercó a la cama y se metió debajo de las mantas, encontrándose con el rostro sin maquillaje de Jisung y su cabello despeinado. Pasó su mano alrededor del torso para abrazarlo, y en vez de sumergirse en el sueño, sintió como los ojos de Jisung se abrian de par en par.

—¿Vale si digo que se ganó un besito?

—Vale si dices que son dos, o si quieres redondear a tres, no me quejo —sonrió, dudando si Jisung lo vio.

Han levantó la cabeza y acercó sus labios para depositar un beso en la frente ajena, luego en la punta de su nariz y para finalizar, dejó un besito en los belfos contrarios, sin saber qué Lee llevaría una de sus manos hasta su mejillas, de esta menra, impidiendo que se alejara y así poder profundizar el beso.

—Tramposo —acusó cuando Minho se separó.

—¿Cómo? —preguntó indignado.

—Era besito, no besote.

—Uy, lo siento, la próxima te aclaro bien.

—Me parece correcto.

—¿Me das un besote?

—¿Las lucecitas están prendidas?

—¿Por qué me cambias de tema?

—Porque no es hora de besotes, hyungcito, hay que dormir —dijo, acercando un poquito más su cuerpo al contrario, no sabía porqué, pero se sentía seguro.

—De acuerdo —aceptó sin querer—. Y sí, están prendidas.

—Buenas noches, hyung.

—Buenas noches, mi niño —y dejó un pequeño beso en su cabeza.

No sabía porqué su lengua actuaba más rápido que su cabeza, pero no se quejaba, si lo hacía con Jisung, sabía que todo estaba bien.

Pero lo que no estaba bien, era que el sueño no venía y no quería prender la televisión, quizás lo despertaba y bueno, no era muy lindo el nene con mal humor.

—Hyungcito... —llamó con su voz totalmente ronca, sorprendiendo a Minho.

—¿Te duele algo? —preguntó preocupado, a esta altura pensó que ya estaba por el quinto sueño.

—¿Me hace caricias en la pancita? No me duele, pero me calma mucho.

—¿Estás bien?

—Lo estoy, pero estaré mejor si me hace caricias en la pancita —y nuevamente, se encontró con los orbes oscuros de Jisung, acompañado de una débil sonrisa llena de inocencia.

—Bien, pero mañana, nada de tareas.

—¡Hyungcito!

—¿Trato?

—Uhm... Bien.

Jisung sonrió y se dió la vuelta, pegando su espalda al pecho desnudo del mayor, quien pasó su brazo alrededor del torso para introducir su mano por debajo de la camiseta y así dejar tiernas caricias, corroborando por segunda vez que Jisung tenía fiebre.

━ 𝐼𝑛𝑓𝑎𝑛𝑡𝑖𝑙 ⟩⟩ 𝑀𝑖𝑛𝑆𝑢𝑛𝑔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora