☆ ɴᴏᴠᴇɴᴛᴀ

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Jisung apretó con sus manitos para corroborar que el peluche de Gruñosito esté con él. Una vez pasada esa prueba, abrió lentamente sus ojitos, notando como el sol entraba por la ventana, así que soltó el peluche y con uno de sus brazos, pudo apagar la luz tenue que prendia por las noches.

Pero la sorpresa se llevó a cabo cuando notó que estaba solito y en su habitación, cuando ayer, fue a dormir con Minho. Pensó y pensó, ¿tanto se durmió como para no despertarse en el trayecto que Lee lo dejaba en la cama? Él sí que dormia como un oso, ya estaba comprobado.

Hizo un pucherito, ya que las veces que el mayor se quedaba con él, a veces era el primero en despertar, y solo se daba la vuelta para poder acariciar el rostro de Minho y correrle algún que otro mechón, luego dejaba algunos besitos, los que terminaban despertándolo. Sin embargo, cuando comenzó a darse cuenta que Minho no dormia en horarios adecuados para que el cuerpito descanse bien, dejó de dárselos para no interrumpir con sus sueños.

Pero de vez en cuando, no podia evitar dárselos, eso sí, eran suavecitos para que Minho no los sintiese.

Se levanto de la cama cuando escuchó un par de risas abajo, recordó que sus amigos se habían quedado a dormir... Y tampoco supo en qué momento se dispersaron tanto, ya que los tres se quedaron en esa misma cama.

No le prestó mucha atención, ya que salió corriendo en cuanto se colocó algo en los piecitos.
Los primeros en notar su presencia, fueron sus amigos, quienes lo recibieron con un fuerte abrazo, lleno de felicidad. En cuanto los saludos terminaron, Jisung buscó con sus ojitos a Minho, pero no lo encontró ni siquiera en la cocina.

—¿Y mi hyungcito? —preguntó, sentandose en el sofá, aprovechando a poner un nuevo capítulo de Song Kang, así Minho no se interpondria en el medio.

Ay, que malo sonó eso. Pensó el menor, sin dudar en prender la televisión.

—Fueron a comprar té y un cheescake, que a mi gordito te... —Felix ahogó sus palabras, nadie más que él y sus fantasias, sabían de ese apodo.

—Gordito tetón, dilo —habló de repente Jeongin, tomando un poco de agua—. No te juzgaremos por ese apodo.

—¿Y tú como sabes?

—Te escuché balbucear aquello el otro dia cuando iba a despertarte. No hay nada de malo, solo verdades.

—¿Le andas mirando el pecho a mi novio? —Felix levantó una ceja, notando además como Jisung no entendía absolutamente nada de lo que decían.

—No Lixie, solo que Hyunjin me dijo una vez que Changbin tenia... ya sabes... —dijo, señalando su pecho—. Y luego de eso, ambos se pusieron a entrenar.

—Pues dile a tu novio, que deje de mirar al mio. Es mi gordito tetón, no lo comparto —se cruzó de brazos, mirando a la televisión totalmente enojado, o eso quería hacer creer, ya que estalló en risas, en cuánto Jeongin comenzó a reír.

Sin embargo, Jisung los miraba sin poder comprender lo que decían. Aún estaba medio dormido y no podia asimilar muchas cosas, pero lo ignoró cuando escuchó la llave dar vueltas en la cerradura. Se levantó del sofá, entusiasmado y escuchando las voces que llenaron de repente la sala: estaban discutiendo por el cheescake, por ende, Jisung se quedó quieto, no acostumbraba verlo discutir, y menos por un pastel.

—Te dije Hyunjin, agárralo bien, ¡era que lo agarres con las dos manos, no con los dedos, idiota! —exclamó Lee, cerrando la puerta detras de sí.

—Minhito, no te enojes, ya dije que ire de nuevo, mientras, coman lo que se salvó —rodó sus ojos, tomando las llaves de su auto para dirigirse a la cafetería, siendo perseguido por Jeongin, quien decidió acompañarlo para que no se le caiga por segunda vez.

━ 𝐼𝑛𝑓𝑎𝑛𝑡𝑖𝑙 ⟩⟩ 𝑀𝑖𝑛𝑆𝑢𝑛𝑔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora