☆ ᴄɪᴇɴᴛᴏ ᴄɪɴᴄᴏ

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Apretó el primer link que le apareció en internet, el cual lo llevó a una página llena de videos. Deslizaba con su dedo pulgar, viendo las imágenes de portada, ya que no había entrado a ninguno sin embargo, por un error, apretó uno de los millones que la página le ofrecía, dando inicio a una escena que lo asusto por completo: gemidos. Por el susto, su celular se le resbaló de la mano y, mientras la prisa se convertia en nerviosismo, logró encontrarlo para quitar el volúmen.

Respiró. Trató de calmar su corazoncito que palpitaba con locura, sacó todas las páginas y apagó su celular, luego se miró en el espejo, notando como sus mejillas estaban algo rojas, pero estas se iban calmando a medida que respiraba profundamente.

Cuando abrió la puerta para irse, toda calma desapareció al ver a Minho tratando de no esbozar una sonrisa.

—¡Hyung! —exclamó, totalmente nervioso.

—¿Qué? Estabas tardando demasiado y subi a ver si estabas bien, cómo te duermes en cualquier lugar, pensé que te habías quedado dormido.

—Eso no es verdad —se cruzó de brazos y frunció su ceño.

—Sí, lo es, pero viendo que no te dormiste, vámonos, yo también estoy cansado.

—¿Dormirá? —sus ojitos brillaron.

—Ajá, entre tus brazos —hizo un intento por guiñarle el ojo, observando enseguida el sonrojo en sus mejillas—. Ayer dormí toda la noche, y no estoy mintiendo -se acercó a él y lo tomó de la cintura.

—Sé que no miente... Me desperté varias veces en la noche, tuve pesadillas, y cuando lo observé dormir, pude calmarme y volví a dormirme, pero esta vez con lindos sueños. ¡Hyungcito, me pone feliz! —lo abrazó con fuerza, escondiendo no solamente su cabecita en el pecho ajeno, sino una dulce sonrisa—. De ahora en adelante, me quedaré despierto con usted o dormiré con usted, porque si se sabe mi rutina, yo puedo acoplarme a la suya... O quizás debamos crear una nueva rutina y poco a poco, nuestro cuerpito se irá acostumbrando.

—Me gusta más la idea de rutina nueva. No hace falta que tus horas de sueño sean iguales a las mias. Jisung, si yo duermo solo dos horas, tendré la misma energía, pero si tú haces eso, pareceras un zombie, no podrás prestar atención en clase y te dormirás en cualquier rincón, y más con la facilidad que tienes para dormirte.

—¡Que no me duermo en cualquier lugar! —se alejó y lo miró a los ojos, un poco enojado.

—Claro que sí, y tengo pruebas.

—¡No se vale, no tengo nada en contra suyo!

—Tranquilamente puedes decir que duermes más que yo —Jisung negó.

—Pero no me parece lo correcto, no usaré algo que es malo para pelear y ganar, no.

—Esta bien, niño, solo te daba opciones... cómo tú quieras, dormilón.

Le dejó un beso en los labios y decidió que ya era hora de irse para la casa del menor, no estaba mintiendo cuando decía que estaba cansado, esperando que pueda dormir las mismas ocho horas que durmió la noche anterior.

—¡Al menos yo sí duermo! —espetó, cruzandose de brazos, pensando que sería un jaque mate para ganar una de sus minis peleas.

Sin embargo, su idea se había caido como un torre de bloques, al escuchar que como el mayor se rompia en risas.

—No se vale hyungcito, no debía reirse —dijo, agachando la cabeza, pero enseguida sintió los brazos de su novio rodearle el torso y no le quedó otra que mirarlo con una sonrisa-. ¿Cómo puede tomar esas cosas como un chiste? No entiendo...

━ 𝐼𝑛𝑓𝑎𝑛𝑡𝑖𝑙 ⟩⟩ 𝑀𝑖𝑛𝑆𝑢𝑛𝑔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora