☆ ɴᴏᴠᴇɴᴛᴀ ʏ sɪᴇᴛᴇ

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El sonido de los balones de basquetbol picando contra el suelo, era algo que estaba poniendo nervioso a Minho, quien solo trataba de vestirse con tranquilidad. Había que sumarle las risas de sus amigos que estaban ocasionando un agujero en su cabeza.

Hace mucho que no estaba tan de malhumor, o prácticamente, el hecho de no haber cerrado un solo ojo en toda la noche por que su madre le dió una noticia inesperada: el juicio sería en la semana, y todas las pruebas daban a que Jinyoung, su padre, era una persona más que mala. Pero eso no era todo; su padre lo esperaba por la noche.
Quería hablar, no sabía de qué exactamente, pero eso quería.

Largó un suspiro, estaba completamente nervioso y solo deseaba que los minutos pasaran lento, o que el tiempo se detuviese.

Quería volver con Jisung, sí. Quería estar con él, en el mundo lleno de inocencia y amor que el menor vivía, al menos ahí estaba a salvo. Tan solo lo abrazaría fuerte, inhalaría su aroma y cerraria sus ojos, allí podía dormir.

Allí podia sentir que sus ojos se morian del sueño. Que al cerrarlos, no pasaría absolutamente nada.

Jisung, amor e inocencia pura, allí pertenecía.

Su cabeza dolía como nunca, pues no ha dejado de pensar en las consecuencias que traería si es que aceptaba ir hacia esa casa, tanto mental como físicamente.

Ninguna de las dos eran buenas.

Sin embargo, algo le decía que vaya. Disfrutar de las últimas palabras de aquel hombre, para luego poder reirse en su cara, sabiendo que no le tocaría un pelo.

Ni a él, ni a Jisung. Ni siquiera a su madre.

Sería algo tan lindo.

—¿Te ries solo? —preguntó una voz conocida, la cual interrumpía sus pensamientos.

Lo miró a los ojos y luego fue directo a observar si traía puesto su yeso, pero no, eso significaba que Wonwoo había vuelto. Volteó su vista hacia sus amigos, quienes se quedaron callados y optaron por una postura rígida y un semblante serio, como si ya estuviesen listos para lo que se aproximaba.

—Solo pienso —respondió, no tenía muchas ganas de hablar con nadie y menos con él.

—¿Seguro qué es eso? Tal vez debas ir a algún manicomio, ya sabes, ahí se tratan a los locos.

Minho rió, a pesar de que no le haya causado gracia. Se levantó del banco y lo enfrentó, quedándose a una distancia relativamente perfecta para darle un golpe.

—¿Por qué no vas a terapia? Parece que tienes  problemas.

—Porque no lo necesito, duh. En fin, solo venia a invitarlos a una fiesta esta noche. Yo sé que los tres estan casados, pero pueden romper las reglas y divertirse.

Hyunjin levantó una ceja, pensando en qué lugar pegarle, y Changbin solo se subió las mangas de su sudadera, quitándose cuidadosamente el anillo que compartía con Felix. No rompería absolutamente nada que haya venido de su sol y mucho menos, para darle un golpe a Wonwoo.

Minho tan solo rió.

—Veo en sus caras que quizás necesiten un poco de acción, tal vez estén con unas putas medias lentas, pero... —fue interrumpido por un pequeño golpe que Lee le proporcionó. El ajeno solo frotó el lugar en donde fue golpeado, sonrió y volvió a hablar—. Minho, un poco de paciencia, hombre. ¿Acaso miento? Jisung es un inepto y se nota que es lento.

Un golpe más.

Otro y otro.

Su odio era demasiado, sin embargo, el lema "amor y paz" que Jisung siempre decía, pasó por su cabeza y eso logró detener el otro golpe, además de Changbin y Hyunjin, intentando separarlos. Y para sumar, el entrenador. Pero la sonrisa de satisfacción que tenía en el rostro, ni la policia se la quitaría.

━ 𝐼𝑛𝑓𝑎𝑛𝑡𝑖𝑙 ⟩⟩ 𝑀𝑖𝑛𝑆𝑢𝑛𝑔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora