T R E N T A Y S I E T E

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Alex.

-¿Quieres pasar...?- me preguntó ____. 

Después de todo lo que me ha contado en el corto trayecto de la universidad a casa  necesito procesar un poco las cosas. ¿Tantas cosas en unas dos o una semana que no nos hemos visto? ¿Y esperó a hoy para contármelo? ¿Quién se cree que soy?

-No, gracias- la corté.

-Oh, vale- me contestó-. Te iba a contar otra cosa, que me hacía ilusión contarte, pero como ya te vas...

-No me hagas esto...

-¿Hacer qué?- Intentó contener una sonrisita.

-Ya lo sabes. Vivo con y por los chismes. Y ahora estas intentado darme pena y darme intriga a la vez para que acepte. Pero no, señorita, eso ya no funciona conmigo.

-¿No?

-No.

-Pues, ¿A qué mierda estas esperando, entonces? ¿A qué vengan a por ti o algo? Vete ya, ya no te quiero decir nada. Encima que tenía mucha ilusión de contártelo y llevo desde ayer esperando a vernos para decírtelo en persona, pero vale, si tu no quieres saberlo pues como quieras. Se lo contare a otra persona que si le interese, y que me quiera oír. 

La miré y suspiré.

-Dos cosas: primero, tremendo discurso y, segundo, no te pongas así ____. Si te vas a poner así pues mejor acepto y ya. No me gustaría que te enfades ahora con todo lo que está pasando y eso...

Me callé cuando soltó una ligera risita, y se tiró, literalmente, sobre mi abrazándome.

-Es broma.


Karl.

Entré en el estudio más feliz de lo que me gustaría admitir, pero me gustaba.

Era una sensación realmente agradable.

No tenía ni la remota idea de porqué me sentía así de bien, pero lo hacía. Y me gustaba. Demasiado. 

Si mi yo de hace unas semanas me viera; siempre con una sonrisa, riendo y disfrutando, me hubiera arrancado la sonrisa de la cara a la fuerza.

Mi estomago dió un vuelco al recordar unas pequeñas pecas que solo se notan si te fijas mucho, un cabello castaño lacio con hondas, unos ojos grises casi verdes  y unos labios que justamente besé minutos antes de llegar al estudio.

Esa persona me hacía realmente feliz. Su mera presencia me hacia feliz. 

Esa persona hacía que yo fuera quien de verdad fuera y no quien quería ser o quien las personas querían que fuera.

 Este era yo, y no quería volver a perderme. Nunca.

Intenté despegarme cuando vi a Nolan y Chris a lo lejos hablando.

Caminé hacía ellos a paso ligero mientras revisaba mi móvil, y cuando quise darme cuenta ya los tenía enfrente.

-Holaaa- salude, alargando la a.

-Oh, buenos días, princeso- bromeo Nolan, dándome un abrazo corto.

-¿Princeso? ¿Acaso eso existe?- pregunté mientras guardaba mi móvil de mi bolsillo.

-No, pero es lo que eres.

-Ou, ¿No existo, entonces?

-No pillas ningún halago. La palabra nerd se te queda corto.

-Tú, yo y los demás tenemos algo pendiente que hablar- amenazó Chris mientras me señalaba y se acercaba a mi.

-¿Yo? Que va, yo no tengo nada pendiente, ¿por qué?

Lindos Ojos- Karl JacobsWhere stories live. Discover now