C U A R E N T A Y O C H O

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Alex.

Me deje caer en el sofá del salón de mi casa. 

Dejé salir todo el aire que ni me acordaba que retenía, pero sentí que llevaba bastante, bastante tiempo reteniéndolo. Cerré los ojos.

Y pensé... pensé en todo y en nada a la misma vez. Pensé en el sí y en el no. Pensé en la izquierda y en la derecha, pensé en que el lunes y el domingo estaban tan cerca pero a la vez tan lejos, pensé en la tristeza y en la felicidad, pensé en el pasado y en el futuro, pensé en porque el agua es líquida y el fuego gaseoso.

Pensé en tanto que casi me olvidaba de mi mismo.

Ladeé la cabeza y volví a fijar la mirada en esas dos maletas que tanta emoción me daba hacerlas pero a la vez me costó tanto hacerlas. 

También pensé en mi familia biológica y en mi familia secundaria.

Pensé en quién era en realidad y quién quería ser o quién habría querido ser y quién quiero ser.

Pensé, pensé, pensé y pensé que cuando quise darme cuenta, solo faltaban cuarenta y un minutos para mi vuelo.



Karl.


Salí del estudio acompañado de Jimmy y Chris. Empezaba a hacer mucha calor pero ese día estaba un poco fresquito.

Jimmy bostezó cansado y Chris miraba las calles con cara de sueño, pero yo solo podía prestar atención a mi móvil. Había llamado a ____ más de dos veces y no contestaba. 

Habíamos quedado en vernos todos los chicos después de que grabáramos  porque ella tenía algo pendiente que hacer. 

-¡Chandler, mi móvil!- exclamó Nolan detrás de nosotros.

-Solo quiero...

-¡Chandler! ¡No es nadie! Dámelo.

Chandler sonrío travieso mientras intentaba quitarse a Nolan de encima. 

-¿Qué pasa?- quiso saber Jimmy.

-Nuestro Nolancin tiene nov...- No terminó la frase porque Nolan le había tapado la boca pero todos sabíamos a que se refería.

Colgué la llamada por si estaba conduciendo y por eso no podía descolgarme o por cualquier otra cosa y me lo guarde en el bolsillo. Me giré sorprendido a dirección de Nola, el cual ya tenía todas las miradas de los chicos sobre él.

-¡¿Cómo?!- chilló Chris.

-¡No-no es mi novia! ¿vale?



Karl.

He de admitir que he cometido muchos, muchísimos, demasiados, bastantes errores en toda mi vida y que también me he permitido perdonarme la mayoría y seguir adelante, pero ese sencillo detalle no podría perdonármelo nunca en mi vida.

Silenciar el móvil. Ponerlo en modo avión. En modo no molestar. Quitar los datos o el Wifi. 

Un pequeñísimo sencillo detalle que acabó tanto conmigo cómo con otras personas o, prácticamente, con alguien que no se lo merecía. Nada.

Pasé de irme a la cama solo preocupado de si hoy no me diera una patada mientras dormía o si no me empujaba de la cama a preocuparme, cada segundo del día, si, a lo mejor y ojalá, mañana despierte sana y salva.

Que todo vuelva a ser como antes de que pasará todo aquello. Que nunca la hubiera dejado irse. Que por lo menos hubiera ido con ella, y si tenía que pasar, que me hubiera pasado a mi. Pero a ella no.















Lindos Ojos- Karl JacobsWhere stories live. Discover now