Karl.
Cuando desperté ____ me estaba abrazando; sus piernas enredadas entre las mías dormida en mis brazos y sus manos posadas sobre mi pecho.
Su pelo me hacia cosquillas. Froté mi nariz en su mejilla antes de darle un beso. Abría los ojos despacio y se desperezó lentamente de una manera tan adorable que tuve que contenerme para ni ir a buscar una cámara de fotos.
Ella sonrió, una sonrisa leve, perspicaz, una sonrisa que me hizo estremecimientos por toda la columna.
Contuve las ganas de besarla y pasé un mechón de su pelo por detrás de su oreja.
-Bonita...
-Inmaduro...
Solté un risa leve mientras besaba su frente.
-¿Cómo has dormido, abejita?
-Bien... - lo pensó un momento antes de mirarme a los ojos y sonreír- Ahora mejor que antes.
Como echaba de menos aquel cosquilleo en el estómago.
Sonreí.
-Arriba. Que tienes que ir a la universidad- dije, mientras me quitaba las sabanas y me sentaba en la cama.
Ella puso mala cara y se acurrucó en las sabanas.
-No me apetece ir.
Enarqué una ceja.
-Vas a ir.
-No.
-Sí.
-No.
-Sí.
-No.
-Sí.
-Sí.
-No... espera, ¿qué?
Río. Estiró su brazo y agarró su móvil. Lo desbloqueó y yo aproveché para levantarme y darme una ducha.
Antes de entrar al baño la miré de reojo y la vi sonreír al móvil. La verdad, hace un tiempo, pensaba que no me gustaba tanto; que solo me parecía atractiva y tierna, pero eso acabo cuando hasta lo más insignificante me daba celos.
Y, entonces, entendí que estaba enamorado de verdad.
Simplemente me tropecé con su encanto y caí en su sonrisa.
Antes de entrar en la ducha la oí hablar por teléfono, ladeé la cabeza e intenté ignorar ese sentimiento. Total, solo somos amigos.
Cuando salí del baño, ella ya no estaba ahí. Supuse que estaría abajo. Me senté en la cama y revisé mi móvil.
-¡Karl!- oí gritar ____.
Dios, que bien sonaba mi nombre en su voz. Me metí rápidamente el móvil en mi bolsillo y bajé las escaleras. Una vez estando abajo la oí hablando con alguien.
Fruncí el ceño.
-¿____? ¿estás con alguien?- pregunté adentrándome en el salón
-¿Eh? ¿Me llamas?- Mi chica, tan despistada como siempre.
Ni siquiera me dio tiempo a reaccionar cuando vi a Alex aparecer por detrás. Él tenía una sonrisa cautelosa.
-Oh, hola- saludé. No me esperaba que hoy apareciera aquí. Hacía semanas que no lo veía.
-¿Qué tal, amigo?- Alex me dio un corto abrazo, en forma de saludo, dándome unas palmadas en la espalda.
-Bien. ¿Qué te trae por aquí?
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Lindos Ojos- Karl Jacobs
Fanfiction____ Wilson Kellen es una chica estadounidense que vive en Carolina del Norte, muy lejos de sus padres y hermana menor. Pero al vivir allí quizá, sin darse cuenta, había caído en el amor, enamorándose perdidamente de Karl Jacobs, un chico muy popul...