Lindos Ojos- Karl Jacobs

C U A R E N T A Y S I E T E

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Hace más de tres semanas que vi por primera vez en mucho tiempo a Karl, plantado en mi casa, en mi pasillo, alado de la puerta de mi habitación.

Hace más de dos semanas que por primera vez hablemos sobre una relación seria.

Hace más de una semana que no estoy segura de que eso sea posible o que funcione.

Hace más de cuatro días que noté a Karl muy nervioso.

Hace más de tres días que estuve por primera vez un día sin ver a Karl, y me quedé toda la noche pensando.

Hace más de dos días que tuve una crisis y llamé a mi hermana y le conté todo.

Hace unos días que decidí hacerlo.

Hace menos de seis horas que volví a tener una crisis y casi un ataque de ansiedad.

Hace menos de tres horas que salí de casa, me monté a mi coche y conduje al centro de la ciudad.

Hace menos de unas dos horas que estuve dando vueltas por el centro comercial buscando.

Hace menos de una hora que volví a tener una pequeña crisis y decidí llamar a alguien que me ayudara.

Hace menos de cuarenta minutos que Cara llegó casi a toda prisa emocionada y asegurándome de que haría lo posible para ayudarme en cualquier cosa.

Hace menos de treinta y dos minutos que estuve un rato mirando a todos lados en la pequeña tienda nerviosa, muy nerviosa.

Hace menos de veintinueve minutos elegí uno dudosa, pero Cara seguía ahí para apoyarme.

Hace menos de veinte y tres minutos que pagué y salí de ahí aún demasiado nerviosa.

Hace menos de diecinueve minutos que me despedí de Cara dándole un abrazo y ella me aseguró que todo saldría bien, y que nos quería mucho.

Hace menos de doce minutos que llevaba sentada en el coche sin dejar de sobre pensar todo.

Hace menos de diez minutos que decidí arrancar el coche por una vez por todas.

Hace menos de ocho minutos que a mitad de carretera mi móvil empezó a asonar, indicándome que alguien me llamaba.

Hace menos de siete minutos que intenté coger el móvil y cayó abajo del asiento de alado.

Hace menos de seis minutos que maldije al aire y intentando mirar la carretera me agache para cogerlo.

Hace menos de cinco minutos que no encontraba el móvil y mi cuerpo perdió el equilibrio.

Hace menos de cuatro minutos que todo mi pelo cayó sobre mi cara cuando yo aún no podía levantarme y el móvil dejo de sonar. Pero no tardó en volver a sonar.

Hace tres minutos que lo siguiente que escuche fue un claxon y entonces, mi mano soltó el volante.

Hace menos de dos segundos que lo único que sentí fue un golpe seco. No hubo dolor. No hubo ruido. Por unos segundos.

Hace menos de un minuto que sentí cómo si algo me apuñalara el estomago.

Hace menos de cuarenta y siete segundos que empecé a sentir cómo me faltaba el aire y que me estaba mareando.

Hace unos treinta y dos segundos que miré mis manos pero mi mirada se desvió al trozo de cristal gigante y la abundante sangre que salía de mi estomago.

Hace menos de veintisiete segundos que no entendía nada.

Hace menos de veinte segundos que volví a mirar a la mujer y esta estaba llorando. Y seguía sin entender el porqué.

Hace menos de dieciséis segundos que cerré los ojos y una imagen de Karl apareció casi automáticamente.

Hace menos de catorce segundo que me di cuenta de que estaba por morir.

Hace menos de diez segundos que mi móvil volvió a sonar, pero ya no podía prestarle atención.

Hace menos de siete segundos que sentí que ya no podía respirar, que ya no me llegaba el aire.

Hace menos de cinco segundos que cerré los ojos.

Hace menos de tres segundos que ya no sentía absolutamente nada.

Hace menos de dos segundos que lo último que escuche fue un grito. Era de la mujer de antes. 

Hace menos de un segundo que me di cuenta de quien era esa mujer. Pero ya casi no importaba.

Porque yo ya me había ido.