Lindos Ojos- Karl Jacobs

T R E I N T A Y N U E V E

 Gorritos <3

Hola

Hoy vi un pez naranja 

en una tienda 

y me recordó a ti.

Me lo iba a comprar pero

luego recordé que

tengo gato.

Jeje

Los ojos de ____ se achinaron al sonreír al ver los mensajes de Alex. Se mordió la uña del meñique aún sin borrar la sonrisa de su rostro.

Se veía feliz, y lo estaba. 

Sin pensárselo dos veces alzó la voz llamando la atención de Karl, él cual estaba sentado alado de ella conduciendo.

-Alex es tan bobamente tierno- murmuré lo suficientemente alto como para que la haya oiga.

-Ya- respondió seco. Su mandíbula se tenso.

Ella lo miró extrañada, pero al instante en el que se dio cuenta de la situación río.

-¿Qué es tan gracioso?- Su entre vejo se frunció e hizo una mueca, que por alguna razón me causo más risa.

-¿Estás celoso?- logró pronunciar una vez que dejó de reír.

-No, ¿Qué te hace pensar eso?

La chica sonrío. Dejó su móvil descansando en su pierna y recargó su cabeza en el asiento mirando al chico.

-Karl...

-Hemos llegado- Ignoró a la chica y bajó del coche sin esperar ninguna respuesta. 

____ río levemente y copio el acto que anteriormente había hecho Karl.

____.

Cuando bajé del coche Karl ya había bajado a Tucker.

Antes de que me de cuenta él ya estaba caminando a dirección al parque con Tucker de la mano. Corrí hacia al todo lo que mis piernas me permitieron.

-¡Hey! ¡Karl!- chillé.

Paró en seco y dio media vuelta. Una vez  a su lado cogí aire.

-¿Qué te pasa, Jacobs? No seas celoso.

-No lo soy- mintió; estaba claro que lo estaba.

-Como sea- respondí-. Inmaduro...

-Hermosa.

-Que me llames hermosa no quita el hecho de que seas un inmaduro.

-Y que me llames inmaduro no quita el hecho de que te amo, bonita. Con todo mi alma y corazón.

Y, entonces, mi corazón hizo de las suyas y empezó a latirme muy rápido. Y en ese instante lo odie, lo odie por como me hacia sentir.

Mi mirada inconscientemente miró sus labios, los cuales al darse cuenta esbozaron una sonrisa.

-Por lo menos disimula- espetó-. Oye, ¿Ya te he dicho lo bonita que te ves sonrojada?

Avergonzada, tapé mi cara con mis manos. Esto no podía estar pasando...

Él río. Quería su risa de tono de llamada. 

Noté como posó su mano en mi mano y la apartó cuidadosamente de mi cara. Sus preciosos ojos grises me miraban fijamente al igual que yo. Y sin ni siquiera poder asimilarlo él acercó su rostro al mío.