C U A R E N T A Y S E I S

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El sol se deslizaba hacia el horizonte, tiñendo el cielo de tonos anaranjados y rosados mientras ____ caminaba por el campus universitario. Su cabello castaño caía en cascadas onduladas sobre sus hombros, y sus ojos claros brillaban con la emoción de volver a casa después de un día agotador de clases.

 ____ no podía evitar pensar en su novio, Karl, quien había estado ocupado con sus propios asuntos últimamente.

Al abrir la puerta de su casa, el olor familiar de hogar la recibió, mezclándose con el suave murmullo de una canción relajante.

____ dejó su mochila en el suelo y se encaminó hacia la fuente de la música. Allí, en la acogedora sala de estar, estaba Karl, con su cabello peinado con una naturalidad envidiable y una sonrisa radiante que iluminaba la habitación.

-¡Karl!- exclamó ____ con sorpresa y alegría. 

Habían acordado encontrarse más tarde ese día, pero no esperaba verlo tan pronto.

Karl se adelantó y la abrazó con fuerza. 

-Hola, cariño. No podía esperar para verte- dijo con entusiasmo, sus ojos brillando con felicidad.

Las risas llenaron el aire mientras se separaban del abrazo. 

____ miró a Karl, sintiendo una oleada de gratitud por tenerlo en su vida. 

-Te extrañé mucho- confesó.

Karl le dio un suave beso en los labios. 

-Yo también te extrañé, mi amor. ¿Cómo fue tu día?

____ se acomodó en el sofá y comenzó a contarle sobre su día, compartiendo anécdotas y anhelos. Habló de las clases desafiantes, de los nuevos amigos que estaba haciendo y del proyecto emocionante en el que estaba trabajando.

Karl la escuchaba con atención, animándola y mostrando genuino interés en cada detalle.

Después de un rato, Karl notó el aroma delicioso que llenaba la habitación. 

-¿Qué estás cocinando, chef?- preguntó con una sonrisa.

____ se rió. 

-Una sorpresa especial para celebrar tu regreso. Espero que te guste.

Karl no pudo evitar sentirse mimado y amado.

 Mientras ____ preparaba la cena, Karl la observaba, admirando la gracia con la que se movía por la cocina y la dedicación que ponía en cada detalle. 

Se sentía afortunado de tener a alguien como ____ a su lado.

Cuando la cena estuvo lista, Karl y ____ se sentaron a la mesa y disfrutaron de la deliciosa comida casera. 

Rieron juntos, compartieron sueños y se perdieron en la calidez de su compañía mutua. El tiempo pareció detenerse mientras saboreaban cada momento juntos.

Después de la cena, se recostaron en el sofá, abrazados. ____ comenzó a jugar con el cabello de Karl, creando un ambiente íntimo y relajado. 

Hablaban sobre sus sueños y deseos, sobre los pequeños detalles de la vida que les hacían felices.

De repente, Karl se puso de pie y extendió la mano hacia ____. 

-¿Bailamos, mi amor? 

____ lo miró con sorpresa y luego asintió con una sonrisa. 

Karl puso una canción suave y los dos empezaron a moverse juntos en la sala de estar. Sus cuerpos se sincronizaron perfectamente, como si estuvieran hechos el uno para el otro.

Lindos Ojos- Karl JacobsWhere stories live. Discover now