Capítulo 15

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Sin darse cuenta del ceño ligeramente arrugado de Serbian al mirarlo, Yurisiel repasó su imagen mental del hombre que había llegado a conocer en las últimas semanas.

Afortunadamente, Serbian no era tan hostil como había esperado.

Yurisiel recordaba claramente la fría mirada de los ojos azules cuando lo miraron el primer día que se despertó aquí. Dada la forma en que había escupido palabras frías con una cara que parecía gotear hielo, había pensado que podría hacer oídos sordos a su petición de que le ayudase a ocuparse con los asuntos del estado.

Sin embargo, Serbian estaba ayudando a Yurisiel con más diligencia de lo que pensaba. De hecho, si no hubiera sido por él, Yurisiel nunca habría podido hacer frente a sus nuevas obligaciones como Emperador.

¿Es porque él es el protagonista? Bueno, dado que es un personaje justo y equitativo, no podía simplemente ignorar lo que le estaba pidiendo. Es un personaje realmente agradable, excepto cuando intenta matarme, claro...

Yurisiel pensó eso para sí mismo y suspiró para sus adentros.

Cuanto más aprendía sobre la situación y asuntos del país, más se daba cuenta de que el poder y la influencia que Serbian tenía establecidos dentro del Imperio en aquel momento eran inmensos.

Aunque la autoridad del emperador era fuerte, si la examinas de cerca, él mismo no tenía mucho poder real. A excepción del Marqués de Lantos, que era abiertamente leal a Yurisiel y llenaba su estómago con eso, no había verdadera lealtad al Emperador entre sus subordinados.

Por otro lado, Serbian era el primer ministro del imperio, el capitán de los Caballeros de la Guardia Imperial, y el Ministro de Asuntos Militares, el Duque Simon Kirch, era su maestro de esgrima y también su aliado más poderoso. En resumen, Serbian controlaba el poder militar del imperio.

Serbian tiene el poder militar, el Marqués de Lantos tiene el poder del oro.... Todo eso está muy bien.

Yurisiel chasqueó la lengua internamente ante su patética situación, llena de aprietos. Si Serbian se revelara contra él ahora mismo, le decapitarían sin siquiera poder dar un gemido de protesta. Si quería evitar este escenario, tendría que reclutar a los ministros que eran neutrales en la obra original y trabajar para que se pusieran de su lado en la corte, o idear alguna otra cosa.

Lo mejor es persuadir a Serbian y de alguna manera ponerlo de mi lado, pero...

Mientras pensaba en eso, sus ojos se deslizaron una vez más para estudiar el rostro de Serbian. Serbian estaba mirando los documentos que tenía que manejar hoy, sus apuestos rasgos ligeramente fruncidos, aparentemente no contento con algo.

Pero... no será fácil convencer a la persona que me odiaba hasta el punto de matarme en la obra original para que esté de mi lado.

Yurisiel suspiró profundamente para sus adentros, dejando caer la mirada hacia los papeles que tenía en las manos. No lo tenía nada fácil, pero tenía que hacer lo que pudiera ahora de todos modos. Sus ojos turquesa parpadearon lentamente, teñidos de una pizca de nerviosismo.

Lo que sea que Serbian pensara de él, no tenía tiempo para pensar en eso ahora. En este momento, tenía que hacer lo que pudiera y prepararse para el futuro que estaba por venir. El comienzo de la obra original, la fiesta de cumpleaños, estaba tan cerca. El inevitable primer capítulo de la novela estaba a punto de desarrollarse.


* * * * *


Yurisiel tenía una expresión estóica en su rostro entre los asistentes que lo adornaban con más cuidado que nunca.

El tirano quiere vivirWhere stories live. Discover now