Capítulo 10

117 22 27
                                    

Anne

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Anne

Leo el mensaje varias veces antes de contestar. Me vendría bien algo de distracción pero con mi padre en Seattle será un poco difícil.

Anne: ¿Puede ser el sábado? Estoy un poco liada en casa.

Envío el mensaje y guardo su número. Antes debo encargarme de algo: hablar con mis padres.

Mi móvil vuelve a vibrar.

Estirado<3: Claro, no hay problema. ¿Ocurre algo con tus padres?

Si supieras.

Puedo contarle al respecto, pero prefiero no hacerlo.

Anne: Nada importante, no te preocupes.

Dejo el teléfono en la cama y me quedo acostada hecha un ovillo abrazando mis piernas. Aún no he cenado pero el sueño termina venciéndome.

[...]


—Mi niña, despierta. —Escucho la voz de mi madre. Se siente lejana.

Abro los ojos poco a poco. Bostezo y me siento en la cama hasta que estoy totalmente despierta.

—Vamos para que comas —señala acariciándome el brazo.

Al parecer ella no se lo espera pero la abrazo con fuerza. Hundo la cabeza en su cuello y me mantengo ahí por varios minutos.

—¿Está todo bien? —cuestiona sin apartarse.

—Lo siento mamá. —Mi voz inevitablemente se quiebra y no puedo aguantar el llanto.

Los recuerdos de todas las veces que la juzgué llegan a mí. Esos momentos en que fui una mala hija mientras que, de su parte, solo recibía más cariño.

—Perdón por todo. —Me estremezco sin dejar de llorar.

Jamás me perdonaré haberle hecho eso a mi madre.

—¿Por qué te disculpas? —Esta vez en su voz es palpable la preocupación—. ¿Qué pasó mi niña?

—Perdón por haber sido tan estúpida...

—No entiendo, ¿por qué...?

—Lo sé todo mamá —admito alejándome un poco, clavando la vista en mis manos temblorosas—. Sé lo que hizo papá hace tiempo y por qué se separaron.

—Fue mamá, ¿verdad? —inquiere en un susurro—. Ella te lo dijo. —Suspira con pesadez.

—No te molestes con ella. Fue capaz de mostrarme como es todo realmente y no fui consciente hasta ahora de cómo me comportaba contigo...

—Oye. —Toma mi barbilla obligándome a mirarla—. Eres mi hija, entiendo cómo te sentías y no tengo nada que perdonarte. —Aprieta los labios y añade con voz pausada—: fue mi decisión no contarte, no te molestes con tu padre, no estábamos bien y por eso...

Apuesto por lo nuestro © ✔️Where stories live. Discover now