Capítulo 17

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Lexa siempre fue reservada y cuidadosa con Clarke, pero detrás de ello siempre existió una confianza y comodidad hacia su persona que nunca comprendió del todo; pero jamás sintió rechazo a sus gestos y manifestaciones de cariño, tampoco sintió la necesidad de ponerse a la defensiva, de ser renuente a su cercanía o levantar un muro impenetrable como lo hacía otras personas.

Después de conocer su historia, Clarke, entiende que eso lo es todo para la mujer y por nada en el mundo quiere perder ese privilegio, porque sabe lo difícil que podría ser recuperarlo si algo lo llega a romper.

Es por eso que ha guardó sus sentimientos lo mejor que pudo, aunque en el último tiempo ha sido cada día más difícil, porque entre la facilidad, la comodidad y la complicidad que surge entre ellas, se producen momentos en los que queda completamente atrapada.

Son momentos al azar, que surgen casi mágicamente. Momentos que se dan inesperadamente donde sus miradas se cruzan y parecieran hablar un idioma propio, uno que ni ellas mismas entienden.

Sabe que no puede pensar demasiado en ello, pero no puede evitarlo cuando se pierde detrás de esos ojos que tanto aprecia y deja de existir todo a su alrededor. No sabe lo que es, lo que significa, ni tampoco si es algo que nace consciente o inconscientemente en aquellos ojos verdes.

No quiere imaginar cosas que no son, pero no puede evitarlo, porque se ha convertido en una mujer que le gusta soñar despierta.

¿Quién la vio y quien la ve ahora?

Es algo que no puede poner en palabras, pero cada vez que un momento de esos sucede, hace pasar zozobras a su corazón, porque allí, lo único que sueña es con acercarse y besar a aquella mujer; suave, delicadamente y con calma, para enseñarle lo que es el amor.

Cuando aquella palabra aparece en sus pensamientos se ríe de sí misma y se desconoce por completo, porque jamás surgió en ella el interés de experimentar aquel sentimiento más allá de la familia y la amistad; pero ahora todo en cuanto puede pensar es conocer ese tipo de amor, aunque solo con una persona en particular.

Aceptó hace mucho tiempo que sus posibilidades son casi inexistentes y de algún modo llegó a un acuerdo con ello, porque la situación es diferente a cualquier otra y hay demasiado en juego.

Sin embargo, nada le impide disfrutar de la magia que se da en esos momentos, cuando mira en lo profundo de aquellos ojos que hacen que el tiempo se detenga.

¿Habrá algo más detrás de esa mirada cuando esos momentos suceden o será solo es un reflejo de la amistad y la conexión que existe entre ellas?


* * * * * * * * * *


Clarke caminó nerviosa mientras se acercó a la casa de Lexa. Esta noche saldrán por segunda vez y espera que salga mejor que la primera, cuando se reunió con sus amigos.

Pensó por días donde llevarla para que se sintiera cómoda y tranquila, hasta que se decidió por un sitio no muy lejos de la cuidad, que parecía ser el lugar perfecto.

Se detuvo frente a la puerta y la empujó cuando la vio entre abierta; fue algo sin pensar, porque caminar por allí se volvió como caminar en su propia casa.


—Te dije que no... —escuchó la voz de Lexa y se detuvo.

Supuso que estaba en una llamada y se quedó en el recibidor, a la espera que terminará.


—Vamos, no es la primera vez —escuchó otra voz, una desconocida, y se sorprendió.

Clarke caminó hacía la sala de estar y vio a Lexa junto a un hombre relativamente joven y de buen aspecto, se quedó en pausa por un instante intentando dilucidar si era un peligro o no.

Un viaje inesperadoWhere stories live. Discover now