Capítulo 8

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Caught in the riptide

I was searching for the truth

There was a reason

I collided into you


Después de muchos intentos, Lexa finalmente pudo mantener sus ojos abiertos por más de un instante. Sin embargo, no estaba muy consciente de lo que sucedía a su alrededor, era como si todo sucediera fuera de ella.

Tenía un dolor de cabeza descomunal y su cuerpo estaba completamente exhausto, por mucho que quisiera hacer más que tratar de mantener los ojos abiertos, era imposible.


Lexa sabía que había gente a su alrededor.

Podía escuchar voces, pero no entendía lo que decían.

Intuía que le estaban haciendo algún tipo de examen cuando vio una luz directa en sus ojos, algo frío en el pecho y algunos pinchazos en piernas y plantas de los pies.

Su mente estaba confundida, podía adivinar que estaba en un hospital, pero más allá de eso, estaba completamente perdida.

Tenía la sensación de estar atrapada en su propio cuerpo y ajena a lo que sucedía a su alrededor a pesar que su cerebro estaba completamente activo.


Quería hablar, pero no podía.

Quería ver claramente a quienes tenía cerca, pero todo lo que vio fueron siluetas borrosas.

Quería saber qué estaba pasando, pero su mente estaba atrofiada.

Su cuerpo tampoco ayudó, todas las reacciones a los estímulos y pruebas que le hicieron fueron reflejos automáticos, porque cada vez que intentaba moverse conscientemente, un gran dolor le atravesaba y paralizaba.

Cerró los ojos, estaba exhausta y no podía mantenerlos abiertos por más tiempo.

Respiró profundo en un esfuerzo para tratar de relajar su cuerpo y su mente; cayó en un estado de somnolencia, pero todavía un poco consciente.


No fue capaz de darse cuenta cuando las personas que habían estado en la habitación se fueron, pero supuso que estaba sola debido al silencio que la rodeaba.

Había tenido un lapsus, una pérdida de tiempo y espacio; pero no sabía si el tiempo que había pasado era mucho o poco. Solo supuso que, por su falta de claridad, su ir y venir se debía a algún tipo de medicamento que probablemente le estaban dando.

Lexa, todavía con los ojos cerrados, intentó calmar su mente inquieta.

Las preguntas habían comenzado a llegar, pero no importaba cuánto intentará traer algún recuerdo a su mente, no podía recordar nada.

Su mente parecía estar completamente vacía y desprovista recuerdos. Sin embargo, había algo que la mantenía tranquila, algo desconocido que le consolaba y no le dejaba entrar en pánico.

¿Qué era esa sensación extraña de seguridad?

No lo sabía, era solo un sentimiento; algo que estaba en su corazón, pero que no sabía cómo describir.


Estaba perdida en sus pensamientos, tratando de descifrar lo que le sucedía, cuando sintió un toque cálido en su mano.

Tuvo miedo de abrir los ojos al principio, pero cuando sintió aquel contacto, su mano reaccionó de forma autónoma.

Lexa comenzó a abrir los ojos lentamente, con dificultad; luchando por enfocar su visión en varios parpadeos.

Un viaje inesperadoWhere stories live. Discover now