Capítulo 27

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Hace dos mes y medio que, Lexa, volvió a Rimbaud; y, aunque, todavía permanece en el hotel, poco a poco, siente que algunas cosas en su vida comienzan a acomodarse.

Ha vuelto a dedicar tiempo a la fotografía y, aunque no necesita trabajar, encontró un puesto freelancer en una agencia local; una forma de mantenerse ocupada, pero en control de sus tiempos.

Por otra parte, continua con la intención de acercarse a su padre y lentamente las cosas entre ellos se hacen un poco menos incomoda. También, ha decidido vender la casa de su infancia, porque, si bien, guarda hermosos recuerdos de su madre, prefiere quedarse con aquellos que están en su corazón, y así dejar atrás un lugar que se trastocó y enturbió con todo lo que vivió allí.

Son decisiones importantes que le conducen a cerrar ciclos y avanzar hacía nuevos propósitos, puertas que se abren con un sinfín de posibilidades y que si quiere puede abrazar.

Está en una etapa de su vida en qué sigue sanando, pero a la vez aprendiendo del proceso, creciendo, conociéndose a sí misma y reencantándose con la vida.

Nada de lo que vivió está olvidado, eso es algo imposible de borrar, porque dejaron cicatrices, no tan solo en su cuerpo, sino también en su corazón; pero aquello ya no la detiene para vivir, es más, la impulsa para buscar ser mejor cada día.

Ha pasado más de un año desde que se marchó de Rimbaud con la clara determinación de desaparecer para siempre, cansada y hastiada de la vida que le tocó vivir; pero arrastrando un te amo en su corazón, que, sin saber, comenzaría hacer eco, para, poco a poco, volver a salvarle la vida.

Clarke es la razón de todo, es su inicio y final; es quien le vio cuando nadie más podía verla y fue la voz que resonó cuando ya no podía ver nada más.

Una constante única, la razón por la cual vive y respira hoy; quien le salvó cuando llegó y cuando se fue.

No tendría la posibilidad que tiene hoy, de no ser por ella, e independiente de que esté o no en su vida, lo honrará, buscando y luchando por ser siempre su mejor versión.

Todavía espera, todavía sueña, con que algún día la perdonará; o al menos le permita una conversación, una donde puedan dejar atrás lo qué sucedió y pueda caminar por Rimbaud, sin evitarle, para no causarle dolor.


* * * * * * * * * *


Clarke ha tenido un tiempo de introspección y reflexión en los últimos dos meses y medio; y finalmente, siente que está llegando a un acuerdo con el retorno de Lexa.

Después del shock inicial y de su explosión emocional cuando acudió a su encuentro, su corazón comienza a sentirse más tranquilo y poco a poco va asimilado las cosas de mejor manera.

Continúa dolido, pero también se ha apaciguado el dolor; quizás el saber que Lexa está, en algún lugar, cerca de ella, le ha dado algo de calma. Además, ha entendido, qué, por más que lo niegue, siempre estará preocupada y querer saber de ella será inevitable.

A veces se pregunta cómo sería volver hablar con ella, escuchar todo lo que tiene que decir o simplemente hablar de otra cualquier cosa; quizás, entablar, alguna relación cordial, no suena tan descabellado después de todo.

Es consciente que, si quiere, está en sus manos poder para cambiar las cosas entre ellas; lo que le lleva a preguntarse, si se podrá rescatar algo de aquella relación tan particular que tenían y que nació de manera tan surrealista.

A veces siente ese tirón que le empuja a dar el paso, a buscarle y probar, pero su corazón se conflictúa porque no quiere darle el poder para que le lastime otra vez.

Un viaje inesperadoWhere stories live. Discover now