Capítulo VI

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Capítulo VI: Class Fight.

El inicio de clases era lo que más expectativas le generaba a todo el estudiantado

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El inicio de clases era lo que más expectativas le generaba a todo el estudiantado. Poder asistir a su primera lección del día y aprender en Zilhardt. Ya fuera positivo o negativo para los jóvenes, todos esperaban que ese momento llegara.

Pero seguramente se dio un fastidio colectivo cuando la alarma de cada habitación sonó a las seis de la mañana en punto. No era posible que a muchos chicos por ahí les gustara madrugar de esa manera.

Ni siquiera una obsesiva del orden como lo era Lena Gray podía disfrutar de algo así. Mucho menos cuando se había pasado toda la noche en vela, dando vueltas en la cama y con la imagen de cierto lobo en su cabeza, en todo momento. Para cuando una ruidosa alarma sonó a través del altavoz general que se encontraba en la sala común de su habitación, Lena apenas se mentalizaba a pensar en cualquier otra cosa para poder conciliar el sueño.

Se puso de pie pasados unos cinco minutos en los que no hizo otra cosa que maldecir su vida y arrastró sus pesados pies por el alfombrado suelo hasta llegar al salón. Sara se encontraba saliendo de su compartimiento también; tenía el pijama arrugado, los ojos un poco hinchados, el cabello revuelto y una expresión perezosa.

La alarma había dejado de sonar hacía un minuto aproximadamente.

—Buenos días —murmuró en medio de un bostezo. Lena le devolvió el saludo y la rubia se acostó boca abajo sobre el sofá—. No te afanes, puedes ducharte tú primero, yo dormiré otros cinco minutos... aquí. —Ni bien había terminado de decir cuando su respiración se acompasó y Lena supo que se había quedado dormida.

Le tomó la palabra y se dio una breve ducha. Luego la zarandeó para que se despertara y Sara se metió al baño mientras ella se ponía el uniforme. Cuando Lena se terminaba de vestir, la rubia salió con el cabello mojado y le pidió que la esperara para bajar juntas al comedor.

No pudo evitar sentirse desconcertada. En serio iban a hacer eso.

Lena se sentó en la silla del tocador y mientras se ataba el cabello en una cola de caballo, admiró su reflejo en el espejo y suspiró con pesadez. No veía ningún rastro de haber dormido mal, ni ojeras, ni semblante cansado, ni ojos irritados; debía de estar muy agradecida con sus genes sobrenaturales, pero lo cierto era, que Lena solo sentía una profunda inquietud por todo lo que estaba sucediendo. Ahí, sentada frente a su perfecto reflejo supo que no podría hablarle a nadie de lo que había estado sucediendo las últimas dos semanas. No porque no confiara en su familia o en Wade o porque creyera que iban a tacharla de loca. Era solo que como no tenía más pruebas que su palabra, no había modo de hacerles entender lo grave del asunto, más allá de que terminaran creyendo que algo estaba realmente mal con ella.

De cualquier modo, Lena tenía que buscar respuestas a toda aquella extraña situación.

Se encontraba en una de las mesas del comedor junto a Sara, quien le estaba comentando un poco sobre su horario, pues no habían coincidido en el mismo grupo de primero. Lena todavía se sentía un poco extraña de tener a Sara cerca hablándole de la manera más cotidiana posible. Ellas no hacían esas cosas. Por lo que fue un alivio, cuando Aris y Wade se acercaron a ellas con sus bandejas, quejándose de lo innecesario que era tener clases tan temprano. Lena soltó un suspiro y Sara los observó con los ojos entornados.

La Niña de las Pesadillas.Where stories live. Discover now