Capítulo IX

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Capítulo IX: Autumn Leaves.

¿Una de las mejores ventajas de ser un ser sobrenatural?

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¿Una de las mejores ventajas de ser un ser sobrenatural?

No tenía que sufrir por la resaca.

Eso no significaba que Lena estuviera contenta. De hecho, todo lo contrario. Sentía que había sido irresponsable hasta la médula. No estaba bien que un cuarteto de adolescentes de dieciocho años bebiera una botella de alcohol adulterado y se emborracharan casi hasta la inconsciencia en el jardín de su jodida escuela, rompiendo cerca de veinte reglas del manual de convivencia.

Estaba pensando seriamente en la autoevaluación que se daría para la nota de convivencia en el primer trimestre.

Tenía remordimiento, eso era. No podía evitar la culpa y el nerviosismo que se adueñó de ella.

Sin embargo, el resto de las implicadas estaban como si nada. Ni siquiera habían mencionado el numerito en la recepción o la visita al laboratorio. Estaban dispuestas a fingir que nunca habían estado ebrias. Aunque era demasiado vergonzoso para Lena siquiera pensar que haría esas cosas estando sobria.

Recordaba todo demasiado bien.

—Un día como hoy, los pajaritos cantan y las alcohólicas se levantan —rimó Aristoteles, quien por supuesto no iba a permitirles fingir demencia, cuando las vio llegar a la mesa del comedor. Lena lo miró mal mientras él sonreía a sus anchas.

—¿Cómo amanecieron? —Preguntó Wade, untándole mermelada a una tostada—. ¿Gustarían tomar una aspirina? ¿O prefieren otra ronda de chupitos? —Añadió burlón.

—Ni de coña —respondió Lee Ann lanzándoles una mirada mortífera a los dos chicos que empezaron a carcajearse y a darse empujones de la nada.

Lena los miró escéptica antes de tomar un sorbo de su café.

—No hay un día en el que no me pregunte por qué soy amiga de gente idiota —medió Lia de mal humor y los chicos dejaron de reírse para mirarla ofendidos. La rubia sonrió porque habían dejado las risas.

—Supongo que atraes lo que mides —mencionó Aris y todos parpadearon confundidos por sus palabras.

—Es "atraes lo que eres", Gray —corrigió Wade divertido.

Aris asintió.

—Eso fue justo lo que dije.

Lena sacudió la cabeza.

—Yo iba a agradecerles por lo de ayer —objetó Lena con calma—. Pero luego de sus burlas, me temo que eso no va a suceder.

Los tres se miraron entre ellos y sonrieron.

—No es como si lo hubiéramos hecho por las gracias —contestó Wade antes de darle una mordida a su tostada.

—Es un alivio —ironizó Lia.

La Niña de las Pesadillas.Where stories live. Discover now