Capítulo XV

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Capítulo XV: Mama.

¿De qué manera había logrado quedarse dormida luego de una noche de completa incertidumbre?

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¿De qué manera había logrado quedarse dormida luego de una noche de completa incertidumbre?

Lena no lo sabía, pero tras conseguir que Sara se durmiera luego de prometerle que a la mañana siguiente irían a hablar con la directora para que les concediera algún tipo de permiso especial para llamadas o para ir a casa debido a la desaparición de su madre, ella abandonó el compartimiento de la rubia y se encaminó al suya, donde se forzó a mantener una actitud positiva, pese a su naturaleza realista y fatalista.

Lena no había llorado, incluso si las solas ganas parecían querer derrumbarla. Se había obligado a mantenerse fuerte, porque en medio del pánico de Sara y la desesperación de Aris, sentía que su familia necesitaba a alguien que se mantuviera fuerte. Pero la desazón que sentía en el pecho no se podía borrar con nada.

Había cientos de casos a diario de misioneros que trabajaban en el Consejo y que morían dignamente a diario por su lucha contra los vampiros rebeldes, y Lena tenía muchísimo miedo de que en uno de los reportes, saliera el nombre y la foto de su madre.

¿Había alguna posibilidad de que su hermosa madre resultara víctima de uno de esos demonios mientras trabajaba en un caso? A Lena le aterraba la idea, por las deidades, se trataba de su madre.

Finalmente y en contra de su voluntad, había terminado cayendo en un profundo sueño.

Finalmente y en contra de su voluntad, había terminado cayendo en un profundo sueño

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Cuando abrió los ojos se percató del frío que había en el lugar.

No estaba en su cama —ya empezaba a resultarle familiar no despertarse en ella, por lo que esta vez no se alarmó—, pero llevaba el pantalón y la camiseta que se había puesto para dormir. Se incorporó sobre sus codos y se percató de su entorno. Estaba en una esquina de una pequeña habitación con paredes de hormigón y suelo de tierra negra, sobre el que se encontraba tumbado. Había una puerta de hierro que estaba cerrada, que dejaba una pequeña rendija en la parte inferior, a solo centímetros del suelo, por donde se colaban unos tenues rayos de luz.

A pesar del leve resplandor dorado que se colaba en lo que entendió era una celda, el lugar seguía en penumbras. Le costó enfocar algo que no fuera oscuridad, pero entonces percibió el leve siseo que acariciaba sus oídos.

La Niña de las Pesadillas.Where stories live. Discover now