El perfume tuyo - Kivi (Violeta y Chiara)

Capítulo 4

En el momento que Denna llevó a su cama a Violeta que estaba al lado de la mía y empezó a estar más cariñosa de lo normal, yo no estaba soportando.
Pellizque el brazo de Martin para que hiciera algo.

- Denna, una pregunta - reaccionó rápido Martin.

- Dime - contestó Denna después de quitarse de encima de Violeta, así estaba mucho mejor.

De todas maneras tenía mi mirada fija en todo momento en Violeta y no me dí cuenta hasta que ahora era ella la que tenía su mirada fija en mis ojos, no aguanté y aparté la mirada.

Su mirada imponía mucho y era muy expresiva, al igual que todo su ser, todo su conjunto era lo que me atraía de ella. Poco a poco me daba cuenta que esa mujer me estaba volviendo loca casi sin conocerla, solo había pasado poco más de una semana.
Sin embargo, recordaba que tenía novia y todo se me nublaba.

- Quítate ya esas gafas Vio - Denna habló y me sacó de mis pensamientos.

- No quiero - le respondió Violeta.

- Casi no hay luz, no se te verá.

- Vamos a dormir - terminó diciendo Violeta.

Solo se me vino una cosa a la cabeza, había estado llorando y se las había puesto porque se le hinchan mucho los ojos o eso me contó e hizo la vez que lloró conmigo después de la gala 1.

Le cogí el móvil de las manos a Martin y le escribí para luego enseñarselo.

“Ha estado llorando 100%”

Al leerlo Martin asintió y volví a escribir ya que si hablaba me escucharían.

“¿Y si ha sido pq le he hablado mal antes? :’(“

Se lo volví a enseñar y su cara ahora era de enfado.

- Tu has tenido que aguantar más - dijo sin importarle que escucharán.

Me tumbé y le abrí los brazos para que se tumbara abrazado a mí.
Tenía sueño y quería dormir, mañana sábado era el segundo pase de micros y eso era lo importante dentro de la academia, no debía dejar que me influyeran cosas externas a la música.

Terminé durmiendome mientras pensaba en que podría tratar mi nueva canción.

Me desperté antes de que sonará la alarma, todo un milagro siendo yo.

Tenía dos opciones, organizar mi armario o ducharme, ninguna de las dos eran buenas opciones pero terminé decidiendo que me iba a duchar. El armario podía esperar.

Me fuí de la cama de Martin sin despertarle para después coger el jabón e ir a las duchas.

Cuando entré ví que había alguien en la primera ducha.

- Perdón - dije y cerré rápidamente la puerta. Pensé que a lo mejor esa persona le molestaría que hubiera entrado sin avisar.

- Kiki, puedes entrar - alzó la voz Violeta que era la persona que estaba dentro - La ducha del fondo está libre.

Justo tenía que ser ella quien se estaba duchando, solo esperaba que no fuera muy incómodo ese momento. Además que me siguiera llamando con ese mote que me había puesto ella me revolvía todo por dentro. Creo que era hora de hablar con ella.

Entré y me metí en la ducha que estaba libre encendiendo el grifo.

- Gracias por dejarme entrar y perdón por molestar - dije para aliviar el ambiente tenso o esa sensación tenía yo.

- No te preocupes, además que ya he terminado, nos vemos - se despidió mientras abría la puerta para salir.

- See you.