Capítulo 14

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Irene ya no estaba feliz como esa misma mañana en la estación del ave. Le había estado ignorando sus mensajes porque pensaba quedar con ella al día siguiente, además de que trataba de entrar lo mínimo al móvil.

Después de que mi hermana me dijera que me shippeaban con Chiara y que me tachaban de infiel, cosa que tenían razón en el fondo, no quise entrar a ver nada para que no me afectará.

Ahora Irene estaba a 5 metros de mí con una mirada cargada de enfado.
Antes de que pudiera decirme nada, alguien me abrazó tan rápido que ni siquiera podía ver quién era.

- Amore - escuché a Denna gritar alargando la “e”.

- Mi padam - dije correspondiéndole el abrazo y pude ver cómo Irene ya no estaba donde le había visto por última vez.

- Te he salvado, de nada - soltó ahora la rubia en mi oído.

- Te he echado mucho de menos - comenté ignorando su comentario.

- Vio, nos vimos hace tres días.

- ¿Y? No es lo mismo verte que estar juntas - expresé aferrándome otra vez entre sus brazos.

De repente las dos empezamos a escuchar el inicio de Padam Padam, nuestra canción.

La gente nos rodeó y empezamos a bailar y cantar la canción como si fuera la última vez que íbamos a hacerlo en años.

Me había llenado de alegría poder ver a Denna ahí y que me hubiera aconsejado con los recientes problemas que había habido esos últimos días.
Además que traté de resumirle un poco todos los avances con Chiara, ya que ella era oficialmente la capitana de ese barco desde el día uno.

Después de varias copas cargadas de alcohol, me acordé de Irene. Debido al alcohol me habían dado ganas de hablar con ella, más bien que ganas era valentía a enfrentar la realidad.

La busqué para encontrarla con nuestro grupo de amigas, gracias a ese grupo nos habíamos conocido y habíamos empezado a salir. En ese momento tenía miedo de que el grupo se separara si Irene y yo terminábamos dejándolo.

- Hola mis chicas - saludé al grupo mientras pasaba mi brazo por los hombros de Irene ya que veía que todo se movía a mi alrededor - ¿Vienes fuera? - le pregunté ahora solo a ella.

Esta sin nisiquiera responder me llevó fuera del local donde se encontraban algún que otro de mis amigo fumando.

- Heyy Marcos, pasa un piti, ¿no?

- Pero Vio si casi ni te mantienes de pie - dijo riéndose el chico mientras sacaba un cigarro y me lo daba.

- Espero que sepas que eres el mejor. Si existe Dios, debe acordarse de ti - tataré recordando la mítica frase de la canción “Se Fue” cambiando la palabra final señalando al chico.

Cogí el cigarro ya encendido para darle una larga calada y darme la vuelta para mirar a Irene de nuevo.

- No me gusta que fumes.

- Te he puesto los cuernos - solté seguido con toda la tranquilidad del mundo debido a la cantidad de alcohol que tenía dentro de mi organismo.

- ¿Qué? - preguntó confundida tras escuchar la bomba que le acababa de soltar.

- Lo que oyes, que me he vuelto a liar con otra tía mientras estaba contigo. Puedes insultarme y todo lo que quieras, llevarás la razón con todo lo que digas hacia mi persona. Soy una mierda y no me mereces - me atreví a decir tras soltar todo el humo de la segunda calada a mi cigarro.

- Y ni te importa, ¿verdad? Te da igual hacerme daño una y otra vez, con tan solo venir y decirme que no te merezco y todas esas putas chorradas - hizo una pausa para coger aire - Es que cuando ya te he visto en la estación sabía que algo pasaba, y luego que ni te has dignado a leerme, madre mía.

El perfume tuyo - Kivi (Violeta y Chiara)Where stories live. Discover now