Capítulo 17

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Subimos las escaleras y pasamos la puerta roja. Tanto Paul como yo pensábamos que seríamos de los últimos en llegar. Nos llevamos una sorpresa cuando solo vimos a Salma en el sofá.

- Pero si esto está muerto - gritó Paul nada más entrar riendo.

- A mi eso me da igual, yo solo quiero mayonesa.

- ¿Y que tiene que ver la mayonesa? - preguntó Salma la cual seguía tumbada en el sofá.

- Absolutamente nada, simplemente la necesito.

- ¿Solo has llegado tú? - dijo el chico mientras también se tumbaba en el sofá.

- Por ahí estaba Chiara - contestó Salma mientras hacía un gesto con la cabeza hacia el pasillo de los dormitorios.

- ¿Dónde? - pregunté instintivamente sin pensar.

- Se estaba pisando o no sé qué ha dicho, creo que iba al baño.

Sabía que estaban grabando porque nos habían obligado a ponernos los micros, así que no podía hablar con Chiara en ese momento.

- ¿Qué habéis hecho estos días chicas? - preguntó Paul después de un corto silencio.

- Meterme Twitter por el culo - soltó Salma sin pelos en la lengua.

- ¿Estás al día de todo o que? - preguntó el chico riendo y esta asintió - ¿Tu Vio?

- No veas que borrachera cogí el primer día nada más pisar Motril - cuando terminé de hablar volví a recordar que había cámaras y me tapé la boca mirando hacia arriba - Quería decir chocolate, comí mucho Suchard, para nada he bebido, eso estropea las cuerdas vocales y no me perdonaría jamas que pasara ese suceso.

Mientras estaba hablando, los dos habían dirigido su mirada detrás de mí y sentí curiosidad por mirar.
Lo que no esperaba era encontrarme de cara a Chiara.

- Hola - saludé sin saber muy bien cómo actuar.

Me había molestado que no me hubiera cogido las llamadas pero lo que tenía miedo era a que estuviera enfadada por todo lo de Irene.
Sumándole la foto que subí con ella dándonos un pico para calmar las redes sociales.

Terminó acercándose y me dio un corto abrazo torpe para después separarse sin nisiquiera mirarme e irse a tumbarse cerca de Paul.

Traté de disimular lo mucho que me había dolido ese gesto sentándome con el móvil haciendo ver que hacía algo con él pero simplemente deslizaba de un lado a otro.

Mi yo de dos días en ningún momento había imaginado que la situación a la vuelta iba a ser así, seca y fría.
Me imaginé yo entrando en la academia yendo corriendo a sus brazos y simplemente quedarnos abrazadas durante un buen rato, en ese mismo instante quería hacer eso, necesitaba hacerlo, pero no podía hacerlo, no ahora.

Me quedé mirando un punto fijo hundida en mis pensamientos hasta que la puerta roja se abrió dando paso a Ruslana, Bea y Cris.

No pude evitar observar como Chiara casi se mata de lo rápido que se había levantado y saltado del sofá en busca de los brazos de su amiga Ruslana.
Sentí una punzada en el pecho y mis piernas actuaron por si solas llevándome a los lavabos para lavarme un poco la cara.

Me miré al espejo y pude ver la gravedad del asunto. Casi no había dormido entre que me eche tarde y tenía que levantarme muy pronto, como resultado tenía un par de ojeras enormes. Nada que unas gafas no pudieran solucionar.

Mientras buscaba por mi armario unas gafas de sol escuché y vi como estaban entrado las dos agarradas de la mano.

Terminé poniéndome las primeras gafas que cogí y en ese instante noté como alguien me rodeó con sus brazos por detrás.

El perfume tuyo - Kivi (Violeta y Chiara)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora