Capítulo 12

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Lo había hecho. Había tenido el valor para hacerlo.

Ahora Violeta sabía la verdad, sabía quién era la verdadera Salma y no la payasa que estaba actuando dentro de esa academia.
Ese peso que había llevado desde el primer día teniendo que aguantar no contar la verdad, ahora se había rebajado, Violeta estaba allí para apoyarme.

Claro que me había molestado que no se hubiera apartado de Salma cuando le beso, y que yo llevara toda la semana aguantando las ganas de besarle solo porque quería hablar antes con su novia.
Sin embargo, durante el tiempo que estuve encerrada en el baño con Violeta fuera esperándome, pensé. Pensé y me di cuenta que Salma estaba consiguiendo lo que quería, verme mal y separarme de la pelirroja, pero yo no iba a darle ese lujo.

Cuando Violeta dijo que ella realmente no le quería besar fue cuando pude soltar todo el aire que llevaba acumulado durante ese rato.

Seguíamos en la terraza, ahora Violeta tumbada encima de mí, dándome mimos.

- Creo que es hora de ir a la cama - empecé hablando después de haber estado un buen rato en un silencio cómodo.

- No - negó mientras enterraba su cara en mi cuello.

- Pero si vamos a estar juntas en la misma cama igualmente.

- Entonces si - dijo Violeta para levantarse y ofrecerme la mano.

Acepté su agarre y fuimos primero a la cocina a beber agua.

- Me da mucha pena que ya no vamos a ver más a Denna.

- KIKI. Gracias a ti me habías hecho olvidarme de ello y ahora me lo recuerdas, voy a llorar toda la noche.

- No no, lloramos juntas toda la noche y ya está - dije mientras le abrazaba por atrás - Cogeme a caballito.

Siguió mis órdenes y puso camino a la habitación.
Cuando llegamos fue directamente a su cama la cual no era litera y se tiró conmigo aún subida en caballito.

- Mi pierna - dije entre dientes tratando de no gritar.

- Perdón perdón perdón.

A la vez que se disculpaba se tumbó encima mía para darme besos por toda la cara, eso sí, evitando mi boca.

- Me sigo doliendo - actué exageradamente.

Fue en ese momento que me dio un pico y se quitó de encima para tumbarse a mi lado.

- ¿Solo eso? - pregunté queriendo saborear sus labios más a fondo.

- Es muy tarde, buenas noches baby.

- Me caes mal.

Terminé durmiéndome dándole la espalda a la pelirroja y esta abrazándome por detrás.

Nada más abrir los ojos debido al ruido de la música no la encontré, pero si lo hice cuando miré hacia la cama de Alex. Los dos se encontraban ahí llorando abrazados.

Me acerqué y me uní a su abrazo.
Todo iba a empezar a ser más duro después de esa noche, cada vez éramos más conscientes de dónde estábamos y lo que iba a ocurrir las siguientes semanas.

Terminé separándome de ellos para dejarles solos e ir por mi cuenta a desayunar algo pero noté como alguien agarraba mi mano y se ponía a mi altura.

- Hoy no te separes de mi porfis - susurró Violeta en mi oído mientras salíamos de la habitación de la mano.

Asentí y me llevó a coger gafas de sol para las dos, después fuimos a desayunar juntas.

Me iba a sentar en el sitio de siempre pero Violeta me agarró de la sudadera y con la mirada me señaló la otra mesa. Intuí que no quería sentarse al lado de Salma.

El perfume tuyo - Kivi (Violeta y Chiara)Where stories live. Discover now