El perfume tuyo - Kivi (Violeta y Chiara)

Capítulo 21

Después de la desgarradora conversación con Chiara, Violeta sintió como si su mundo se estuviera desmoronando lentamente a su alrededor. Cada palabra que había salido por la boca de Chiara resonaba en su mente como un eco doloroso.

Observó con una presión en el pecho cómo Chiara se aferraba a los brazos de Ruslana, como si estuviera buscando refugio en ella.

Cuando ya se encontraba cerca de ellas, Ruslana le miró y le hizo una seña con la cabeza para que se dirigiera a la habitación dejándolas solas. Un gesto que le causó una mezcla de decepción y dolor.

Se sentía traicionada, abandonada y una sensación de incredulidad se apoderaba de ella. No podía entender cómo todo había llegado a ese punto, cómo Chiara podía darle la espalda después de todos los momentos  que habían compartido juntas en esa academia, añadiendo todo lo que había dejado atrás la pelirroja por ella.

Sus ojos se llenaron de lágrimas mientras luchaba por contener el torrente de emociones que amenazaba con desbordarse. Fue entonces cuando decidió ir a la terraza mientras las otras dos chicas seguían sumidas en un abrazo.

Chiara, por su parte, notaba un gran vacío dentro de ella. Se sentía atrapada entre dos mundos, incapaz de seguir adelante con la farsa pero también aterrada de herir a Violeta en un futuro. Cada palabra que había salido de su boca era como un peso en su corazón y haber visto el dolor en los ojos de Violeta solo aumentaba su propio sufrimiento.

Durante un buen rato Ruslana estuvo calmandola ya que sabía de todos los detalles de lo que estaba ocurriendo. Al cabo de un rato, las dos se encontraban en la cama de Chiara entre abrazos y caricias.

Mientras tanto, en la terraza, Violeta se cubrió con una manta y se sumergió en sus pensamientos, buscando respuestas a las preguntas que la atormentaban.
No podía parar de preguntarse una y otra vez por qué Chiara había decidido apartarse de ella de esa manera tan extraña, no se creía que sus palabras de que extrañaba a su ex fueran verdad.

¿Acaso no había significado nada para ella todo lo que habían compartido? Cada recuerdo, cada risa compartida, ahora parecían desaparecer en el aire, dejándola con un vacío abrumador parecido al de Chiara.

- ¿Por qué me haces esto, Chiara? - susurró Violeta a la vez que el sonido de la lluvia aumentaba ya que comenzaba a caer con más fuerza.

El goteo de la lluvia contra la chapa de la barandilla parecía resonar en su interior, como un eco de su propio dolor. Cada gota de lluvia que caía dentro la terraza era como un recordatorio de su propia fragilidad, de lo frágil que era su mundo en ese momento. La soledad invadía todo su ser.

Además del dolor por la situación con Chiara, Violeta también se enfrentaba a sus propios miedos e inseguridades. La gala se acercaba, y la presión aumentaba con cada día que pasaba como todas las semanas. La canción, “Flowers”, que debía cantar esa semana le llenaba de temor, no solo por su dificultad técnica con altas notas, sino también por el peso emocional que llevaba consigo. Se cuestionaba si sería capaz de transmitir toda la emoción que la canción requería, si sería capaz de conectar con el público de la misma manera que lo había hecho antes.

Sentía que no iba a poder. Que esa chica que se presentó a ot20 y se quedó a las puertas, varios años después iba a volver a fracasar porque no era suficiente y simplemente era una cara bonita más. Cosa que no era verdad, había logrado mucho durante esas semanas.

Entre la lluvia y sus propios pensamientos, Violeta se sentía atrapada en una mezcla de emociones. Necesitaba encontrar una manera de enfrentar sus miedos y salir adelante, pero en ese momento, todo parecía oscuro e incierto.

Sus párpados pesaban debido al cansancio y las lágrimas no habían parado de brotar en todo momento, pero eso no fue un problema para conciliar el sueño en esa fresca terraza con una gran tormenta fuera acechando.